
El modesto equipo
AS Puma Generaleña, de la Segunda división del fútbol de Costa Rica,
traspasó un futbolista a cambio de 50 balones.
El protagonista del singular intercambio
es el futbolista Roger Fallas quien, a cambio de las pelotas de fútbol, fue
traspasado al equipo de la Universidad de Costa Rica, que jugará la próxima campaña en la Primera división.
En la Segunda división del fútbol costarricense son pocos los equipos profesionales con solvencia económica y
un gran número de sus jugadores debe trabajar en otras labores para subsistir y comprar sus accesorios deportivos.
Muchos de estos equipos no tienen patrocinadores y no les pagan salario a sus futbolistas, únicamente dietas para que vayan a entrenar después de la jornada laboral y para que asistan a los partidos.