Esquivan la cárcel tras ser pillados con 900 gramos de cocaína

Tres jóvenes han sido condenados este lunes a entre 3 y 3 años y medio de prisión después de reconocer que en junio de 2021 se dedicaron a la venta de drogas en un piso que uno de ellos tenía alquilado en la Avinguda Joan Miró de Palma.

La Fiscalía y los abogados de los encausados han alcanzado un acuerdo de conformidad este lunes antes de celebrarse el juicio por estos hechos ante la sección segunda de la Audiencia de Palma, de manera que han visto sensiblemente rebajada la petición inicial de condena. Además de las penas de prisión, dos de los procesados deberán abonar 5.343 euros cada uno, correspondiente al valor de la venta de las sustancias que disponían para su venta a terceros, mientras que el chico restante deberá afrontar una multa de 500 euros.

Por petición de los abogados defensores, el tribunal ha otorgado a los jóvenes la suspensión de la pena de prisión, siempre y cuando no cometan ningún delito en un plazo de 4 años y finalicen el tratamiento de deshabituación para la drogodependencia en Proyecto Hombre.

De acuerdo con el escrito acusatorio, los hechos se remontan al 25 de junio de 2021, cuando dos acusados vendieron a un hombre una bolsita que contenía en su interior 900 gramos de cocaína. Además, días después, dos de los chicos vendieron al tercer acusado sustancia estupefaciente que, a su vez, iba a destinar a la venta a terceros.

Éste fue dado de alto por la policía cuando salía del domicilio alquilado por uno de los vendedores y, tras una persecución, fue detenido. Portaba cogollos secos de cannabis y pastillas de MDMA, cuyo valor en el mercado ascendería a 478 euros, así como 1.825 euros que procedían de ventas anteriores de drogas.

En el marco de esta investigación, la Policía Nacional registró los domicilios de uno de los procesados, donde encontraron diversas cantidades de sustancias estupefacientes preparadas para su venta, como cogollos de cannabis, MDMA y ketamina de distinta pureza. Además, los agentes encontraron en las viviendas diverso material que era utilizado por los jóvenes para manipular las drogas que posteriormente vendían, así como 12.200 euros en metálico provenientes de la actividad ilícita.