Tres caras de Calvo

Mucha inseguridad crea una candidata a presidir las Balears cuando es capaz de proclamar tres enfoques diferentes de una misma cuestión vital en sólo unos pocos meses. Aina Calvo anunció su candidatura el pasado otoño anunciando que no derogaría el TIL. Se armó la marimorena. Ante el vendaval, y sin despeinarse, Calvo cambió de rumbo como quien se muda de chaqueta y aseguró que modificaría el TIL "de arriba a abajo" pero que lo mantendría. No fue suficiente. Continuó el chubasco de la indignación. Comenzó a sentir el vacío entre la combativa comunidad docente. Y ahora, que busca avales para presentarse, ha dicho que "el TIL desaparecerá del BOIB" si bien arreglará la cuestión de la enseñanza "del inglés". Juego de palabras que incrementa la tormenta de la confusión.

¿Cuando dijo la verdad Calvo,la primera, la segunda o la tercera vez que habló? ¿O es que no lo sabe ni ella? ¿Qué piensan los psicólogos del PSIB de este tenebroso asunto? ¿Harán un informe profesional para tranquilizar al electorado? ¿Estamos ante unas elecciones primarias o ante una casa de apuestas donde hay que adivinar qué hará al final la candidata? ¿Qué decisión tomará Calvo, caso de llegar a presidenta, la proTIL, la remueveTIL  o la sinTIL a la inglesa? ¿Qué hará Miss TIL ahora que ha mareado, desorientado y desmoralizado a los docentes y a los progresistas de todas clases, tipología y condición?

La actual legislatura está marcada y definida por la lucha de maestros y profesores, que lo han arriesgado todo, incluso afrontando sanciones, para plantar cara al PP, que ha puesto patas arriba la estructura educativa balear. Cien mil personas salieron a la calle el pasado septiembre en su apoyo. Fue lo nunca visto.

¿Se merecen estos profesionales una candidata socialista de mensajes difusos, contradictorios y cantarines, que un día se levanta con el pie izquierdo, otro día con el derecho, y al siguiente no está claro con qué parte de su cuerpo se apoya en el suelo? Si hay un punto en el que debería existir absoluto consenso y piña en el PSIB, gane quien gane, es el derogar el TIL, sin dudas ni vacilaciones, y desde el primer momento.

Pero no ha sido así. Calvo ha inyectado el virus de la inseguridad en el punto que debería ser el más sólido de todo el proceso electoral que conduce a las autonómicas del 2015.  De momento, el PP ha armado algazara y chirigota en el Parlament, vanagloriándose de que Calvo les apoya. Nunca los socialistas baleares habían llegado a tal grado de ridículo.

Además, se trata de primarias abiertas. ¿Qué dirá Calvo si centenares de docentes no afiliados pagan sus dos euritos y se inscriben en las primarias para frenarle el paso a la nominación? Tendrá que callarse. Porque ¿para qué sirve el partido socialista si es incapaz de defender a los maestros y profesores de la sociedad  en la que opera? Sin educación no hay desarrollo pleno del ser humano. No hay ni izquierda ni progresismo. ¿Porqué Calvo a humillado a los docentes con su dije-digo-dije-Diego-y-ahora-ya-veremos con el TIL? ¿Hará lo mismo y lucirá tres caras en todos los problemas que azotan Balears? ¿Habrá que creerse lo que dice que promete?

Calvo predica ilusión, renovación, imaginación y demás formas gaseosas del humo. Pero cuando ha tocado madera de propuestas concretas no se le ve ni rumbo, ni criterio, ni sinceridad. Su absurda y cambiante posición ante el TIL determina toda su estrategia. Y cada vez que rectifica, más lía la situación. Tres caras en política es lo mismo que tres espejos en una misma sala. Las imágenes acaban por disolver la solidez de la verdad en la nada.