
Personas muy próximas al todavía secretario general del PSOE.
Alfredo Pérez Rubalcaba, se han puesto en contacto con la cúpula del PSIB para expresar su preocupación por las manifestaciones
a favor de la república realizadas por
Francina Armengol. Rubalcaba
quiere jubilarse dejando atada y bien atada la coronación de Felipe VI. Desde Palma se respondió a Madrid que Armengol defiende la reforma de la Constitución y un referéndum monarquía-república a largo plazo, pero en la calle Ferraz de Madrid hay muchos nervios y habían interpretado que la secretaria general balear exigía una consulta
"rupturista" a corto plazo, antes de la coronación del hijo de Juan Carlos.
Palma consiguió deshacer el entuerto, pero hay muchas quejas porque la política de comunicación del PSIB no ha funcionado en este caso como debería. Hubo mensajes y declaraciones ambiguas en un primer momento, que fueron las que crearon el lío. A río revuelto, saltó a la arena
Aina Calvo, que se declaró republicana y puso contra las cuerdas a Armengol.
A ello a venido a sumarse el posicionamiento del diputado socialista menorquín
Guillem García Gasulla, que
ha pedido libertad de voto en el pleno del Congreso que aprobará la ley que permite la sucesión en la jefatura del Estado. Rubalcaba ha vuelto a
tener un disgusto con este asunto, ya que cuando se hizo el acuerdo de abdicación con
Juan Carlos y con
Rajoy no contaba con indisciplinas en sus filas.
Desde el PSIB se asegura que García Casulla "suele ir a menudo por libre" y su postura "no coincide en este caso con la de la cúpula del PSIB". Este partido "está seguro" que los diputados del PSOE de toda España "votarán masivamente" a favor de la coronación de
Felipe VI.