Baleares cuenta con una tasa de delitos de menores de 7,93 por cada 1.000 habitantes, con lo que es la autonomía con una cifra más elevada y presenta unos datos superiores a la media (5,81). A nivel nacional, un total de 17.039 menores fueron condenados en 2011, lo que supone un 6,6 por ciento menos que el año anterior, según un informe presentado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que también destaca que dos de cada tres de los condenados cometió más de una infracción penal.
Así, el documento indica que de los menores condenados, el 84,3 por ciento fueron varones y el 15,7 por ciento mujeres. El grupo de 17 años fue el más numeroso (32,1 por ciento del total), seguido del grupo de 16 años (29,7 por ciento). Del mismo modo, la mayoría de los menores condenados fue de nacionalidad española (79,1 por ciento), mientras que la proporción de extranjeros disminuyó hasta el 20,9 por ciento, frente al 23,9 por ciento del año anterior.
En cuanto al número de infracciones cometidas, dos de cada tres menores condenados cometió una única infracción penal y uno de cada tres realizó más de una. En este sentido, el INE ha apuntado que en 2011 se inscribieron 29.397 infracciones penales cometidas por menores, un 5,4 por ciento menos que en el año anterior. De este total, el 64,8 por ciento fueron delitos y el 35,2 por ciento faltas. Por tipología del delito, los de mayor incidencia fueron los robos, que representan un 41,4 por ciento del total, mientras que los delitos de lesiones representaron un 12,3 por ciento y los delitos contra la seguridad vial un 8,6 por ciento. Entre las faltas, las más frecuentes fueron las realizadas contra las personas (62 por ciento) y contra el patrimonio (34 por ciento).
En este sentido, el INE destaca que las infracciones realizadas a los 17 años, y que suponen un 32,7 por ciento del total, son más del doble que las practicadas por los menores a los 14 años (15%). Por otra parte, el 77,6 por ciento de las infracciones fueron cometidas por menores españoles (frente al 74,8 por ciento en el año anterior), mientras que el 22,4 por ciento de las infracciones fueron practicadas por extranjeros (frente al 25,2 por ciento en 2010.