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Sánchez dinamita la cogobernanza y la temporada turística en Baleares

viernes 22 de enero de 2021, 00:00h

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Los desaires del Gobierno central hacia Baleares crecen. El último episodio se producía este miércoles cuando el Ministerio de Sanidad rechazaba la petición mayoritaria de las comunidades autónomas -entre ellas, Baleares con el deseo expreso de Armengol- para poder adelantar el toque de queda a las ocho de la tarde. El departamento de Salvador Illa descartó tal opción, pasando por encima del criterio de cogobernanza del que tanto se ha hablado los últimos meses de gestión de la pandemia.

Esta decisión, comunicada en el Consejo Interterritorial de Salud, se producía horas después de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, señalara que España estaría en disposición de recibir turistas internacionales a finales del verano próximo, cuando prevé que un 70 por ciento de la población esté vacunada. O lo que es lo mismo, que Sánchez da por perdida la temporada alta en Baleares por la falta de vacunación.

No hay argumentos para sostener el planteamiento del ejecutivo de Sánchez en relación a estos dos aspectos, comprometiendo el papel del Govern balear, que ya se ha apresurado a reclamar un mejor trato en el reparto de vacunas por tratarse de la zona que se ha llevado el peor golpe de la crisis económica. La presión aumenta dentro del propio Govern, donde Més de Mallorca se ha mostrado muy crítico con el ejecutivo de Madrid.

No es de recibo que se hurte a las comunidades la capacidad de gestionar la pandemia en sus propios territorios, posibilitando una sencilla modificación del decreto del estado de alarma para que puedan modular los horarios de toque de queda, así como otras medidas cuya implementación en sus territorios conocen mejor las autonomías que el Gobierno de Madrid. Como no es de recibo, tampoco, que Sánchez lance una bomba de profundidad contra el sector que mueve la economía y la sociedad de Baleares. Si, como explica el presidente del Gobierno, el problema es la vacunación, la solución pasa directamente por sus manos: hágase con más vacunas o priorice su distribución en las comunidades que requieren una mayor urgencia.

No hacerlo demostrará un desconocimiento absoluto de la realidad de Baleares o, lo que es peor, que conociéndolo no le importe en absoluto el bienestar ni el progreso de esta tierra. Lo que, por otra parte, viene siendo habitual desde hace bastante tiempo.