Ramon Socías da el callo

Ramon Socías se ha convertido en la gran sorpresa del proceso de primarias del PSIB-Palma. Anunció hace unas semanas que presentaba su candidatura para plantar cara a José Hila, que cuenta con el apoyo del aparato socialista en la capital. Sin embargo, está recortando distancias de forma espectacular de cara a la cita interna con las urnas del próximo domingo. Según sus partidarios, menos de cien votos le separan en estos momentos de Hila sobre un censo de 750 afiliados cuando hace un mes la diferencia era abismal. Puede pasar de todo dentro de tres días.

El arma de Ramon Socías es el sentido común. Ha atesorado mucho prestigio político en sus tiempos de delegado del Gobierno y está convenciendo a más y más socialistas con su proyecto renovador e integrador tanto para la ciudad de Palma como para el PSIB. Por contra Hila encarna el pasado. Encabeza junto a Aina Calvo un aparato cansado y quemado que da muestras de un alarmante despiste a la hora de intentar ilusionar a los palmesanos.

Calvo es ahora mismo carnaza para el PP. Su presidente territorial, José María Rodríguez, ha denunciado a Fiscalía una supuesta fragmentación de contratos durante la etapa de Aina Calvo al frente de la alcaldía. También se comenta que el PP tiene un dossier espectacular de la época de Hila como concejal de Movilidad, centrado en "errores administrativos". Hila es el candidato del PP

Lo seguro es que José Hila ha hecho esfuerzos enormes estos últimos meses para hablar catalán. Sabe que conocer el idioma propio del Archipiélago es fundamental para ganarse a una parte sustancial del electorado. La lástima, consideran muchos en el PSIB, es que haya empezado tan tarde a imponerse una tarea tan importante. Tal vez demasiado tarde.

Dentro del aparato calvista de Palma hay muchos nervios a medida que van aumentando las posibilidades de Socías. Se calcula que unos 200 afiliados que hasta ahora no han tenido una participación muy activa en las cuatro agrupaciones de Palma pueden girar la tortilla. Es muy difícil, pero no imposible. Prueba de ello es que algunos miembros del aparato de Calvo ya han insinuado que podrían dejar el partido si gana Socías. Parece una amenaza delirante, del todo ilógica, pero es así.

Y cuando este rumor se estaba extendiendo dentro del PSIB ha trascendido el hecho de que la mujer de Hila, Mari Ángeles Fernández Valiente, miembro de la ejecutiva socialista, está apuntada al grupo de apoyo social a Podemos a través de Internet. Puede parecer una anécdota, pero es un claro síntoma del desbarajuste ideológico y del cansancio organizativo que empantana las filas de Calvo e Hila. Inconscientemente, ya miran hacia Podemos porque dentro del PSIB no se ven con fuerzas para intentar la victoria en unas municipales. No hay otra explicación.

Por contra, los que están junto a Socías son socialistas de toda la vida, en muchas ocasiones con una lealtad que proviene de generaciones pretéritas que resistieron en condiciones a menudo infrahumanas pasadas épocas dictatoriales. La diferencia entre los que están con Hila y los que están con Socías es que estos últimos siempre serán fieles al partido socialista, en las duras y en las maduras, prescindiendo de modas y de oportunismos. Por eso Socías va ganando tanto terreno pese a jugar en campo contrario. Libra una batalla tan desesperada como digna, igual como la que han librado tantos y tantos socialistas de una pieza a lo largo y a lo ancho de más de un siglo de Historia.