Racista y machista

El propietario del RCD Mallorca, el norteamericano Robert Sarver, ha sido sancionado durante un año por la mejor liga del mundo: la NBA. El también dueño de los Phoenix Suns y de las Phoenix Mercury de la WNBA también deberá pagar una multa de 10 millones de dólares. Todo ello, por un comportamiento abusivo en el entorno laboral y trato vejatorio a sus empleados.

Los problemas para el empresario empezaron en noviembre de 2021 a partir de un reportaje de la ESPN. Los autores de este trabajo periodístico hablaron con más de 70 trabajadores y exempleados de Sarver que acusaron al empresario de racismo y machismo en el marco de un ambiente laboral que calificaron de tóxico.

Ahora, casi un año después, la NBA ha decidido sancionar al nacido en Tucson (Arizona) por "comportamientos racistas y machistas". Una medida que, como era de esperar, salpica al RCD Mallorca. Y es que todos los medios se hacen eco de la vergonzosa noticia.

Mientras tanto, en un mundo paralelo, Alfonso Díaz aseguró que se trata de algo que "ha ocurrido en Estados Unidos". Es decir, que al CEO del club balear no le importan las formas de su jefe al otro lado del charco. Unas declaraciones, bajo mi humilde punto de vista, bastante desafortunadas. Hay formas y formas de expresar el apoyo. Pero bueno, tampoco me ha sorprendido. Quizás alguien le debería decir que luche más por su afición, condenada a ir a Son Moix a las 14.00 en pleno verano. Sobre todo, teniendo en cuenta el abuso en los precios de los abonos... o que al Real Betis sí le han cambiado el horario.

Sarver, cuyas visitas a la isla se pueden contar con los dedos de las manos, tiene que dar explicaciones al mallorquinismo. La entidad no merece ser señalada por sus actitudes ni desprecios.

Cabe recordar que el norteamericano compró el club en 2016. Lo hizo por negocio y con el equipo en el fútbol profesional. Algo que es legítimo pero que no le exhime de responsabilidades de cara a la masa social. Él no es mallorquinista, como tampoco lo son los empleados del club Alfonso Díaz o Pablo Ortells. No pueden sentir lo que nosotros sentimos porque no lo han mamado. Simplemente, es su trabajo. Cuando se vayan, nosotros seguiremos aquí.

No tengo ninguna duda de lo que para algunos es un negocio, para otros sigue siendo un sentimiento. Probablemente, alguien les debería hablar de Miquel Contestí porque me imagino que algo habrán oído de un tal Mateu Alemany.

Por cierto, lo del Consell de Mallorca y su patrocinio merece mención aparte. Me parece una auténtica vergüenza que se destine dinero para regar a Sociedades Anónimas Deportivas. Además, cuyas propiedades son extranjeras. La institución debería dar marcha atrás, porque no queda nada bonito dar apoyo económico a alguien machista y racista. Y ojo, no lo digo yo. Lo afirma ni más ni menos que la NBA.

pd: no perderé el tiempo comentando la carta escrita por Andy Kohlberg para defender a su jefe. Eso sí, me alegro de que la haya escrito en castellano y no en inglés. Vamos avanzando.