Por favor, déjeme elegir

Estos últimas días, he leído en la prensa local varios noticias relacionadas con la revisión de los conciertos del Parc Bit, única iniciativa de educación diferenciada, es decir aquella que propugna colegios masculinos y femeninos, no mixtos. Valoro positivamente todas las opiniones que se han dado al respecto, me parece que estamos en un país plural y pienso que es de justicia respetar las opiniones de los demás aunque no se identifiquen con las mías. Tengo mis argumentos a favor de la educación diferenciada, que no pretenden ser un ataque a la educación mixta, tan solo un camino para defender esta opción, tan válida como las demás. Podría enumerar y detallar cada uno de mis argumentos pero no es mi intención. Estas líneas lo único que quieren remarcar es el derecho que tienen los padres a escoger la educación de sus hijos. La opción de la educación mixta me parece muy saludable pero no tolero que no se dé la opción a escoger una educación diferenciada, posibilidad que solo ha existido en esta querida tierra durante unos pocos años. Puedo comprender que haya personas, a las cuales no les convenzan las virtudes que tiene la educación diferenciada, pero les pido que, por lo menos, dejen que otras personas puedan elegir esa modalidad. Si usted no está de acuerdo, me parece muy bien, llévelo a un centro acorde con su manera de pensar; pero, por favor, deje que otras personas puedan elegir, porque quizás hay un buen grupo de personas que quieran esa opción. Y, por favor, no les llame ni retrógrados, ni sectarios, pues aunque tengan una opinión muy distinta a la suya, merecen un respeto y una consideración. Después de estos comentarios, creo que no hace falta insistir en que, para que estas iniciativas que enriquecen el sistema educativo de Mallorca vean la luz, el concierto educativo es un derecho al que han de poder optar; pues con ello se garantiza que hay un derecho real a escoger sin discriminaciones económicas.