
Los palmesanos rechazaron la opción de quedarse en casa y optaron por disfrutar de la música y los
foguerons cobijados bajo los paraguas.
La lluvia consiguió deslucir la
Revetla pero no obligó al
Ajuntament de Palma a suspender ninguna de las actividades programadas para la noche. De hecho, la ciudad estuvo más tiempo sin llover que bajo las gotas.

Como muestran las imágenes, hubo menos gente por la calle, pero la oferta en los "chiringuitos" y en los escenarios se mantuvo en todo momento. En los barrios tampoco se produjeron incidencias destacables y los
foguerons pudieron arder.

Diferente fue la situación a lo largo de la mañana en que cort tuvo que suspender el Carrusel Ecuestre programado como cada año en el Castillo de Bellver. la lluvia de la noche anterior provocó tal suspensión.