Palma debe proteger las obras de arte urbano como el mural del Hotel Artmadams

El enorme mural que decora la fachada del Hotel Artmadams es sin duda la obra de arte urbano más grande y de mayor importancia de cuantas hay en la ciudad de Palma. La colorista intervención del artista José Luis Mesas en la calle Marqués de la Cenia incorpora a la ciudad en el cada vez mayor catálogo de ciudades que exhiben muestra de Street art en sus espacios públicos, que el público puede disfrutar en plena calle. La aceptación por parte de la ciudadanía de estas expresiones de arte contemporáneo queda de manifiesto al comprobar que la gente se fotografía junto a ellas y las comparte en las redes sociales, con comentarios generalmente elogiosos. Estamos ante expresiones culturales actuales que han de entenderse e interpretarse con mentalidad abierta y no con planteamientos caducos ni enfoques trasnochados.

El Ajuntament de Palma y más concretamente la regiduría de Model de Ciutat, Habitatge Digne i Sostenibilitat, que dirige la concejala Neus Truyol (Més per Palma), se opone a aceptar el mural de Mesas y exige su destrucción. Llevados por informes técnicos inadecuados de la Gerència d’Urbanisme, se reprocha que la obra tiene un fuerte impacto visual, por lo que no puede ser legalizada. El argumento resulta de una inconsistencia pasmosa, porque lo mismo podría decirse de cualquier obra de arte urbano de grandes dimensiones. No solo no consta que Cort se haya opuesto nunca a ningún mural de Palma, sino que en los últimos tiempos ha impulsado y costeado la elaboración de muchos de ellos en distintos lugares de la ciudad.

El propietario del Hotel Artmadams, Jaime España, se muestra dispuesto a pelear en los tribunales por salvar la obra de José Luis Mesas y denuncia lo que considera “animadversión” por parte del Ajuntament. Pero como él mismo destaca, el asunto no es pacífico en el seno del equipo de gobierno municipal y la concejalía de Cultura, también en manos de Més per Palma, se mostró partidaria de salvar el mural.

Lo mejor sería evitar una batalla legal que sin duda desgastará al Ajuntament y a los políticos afectados y aceptar, como ha hecho la mayoría de los vecinos de la ciudad, que el mural del Hotel Artmadams no solo es una obra de arte digna de ser conservada, sino todo un atractivo turístico de la ciudad de Palma. José Hila y Neus Truyol no deberían querer ser recordados por haberla eliminado por las bravas.

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