Nunca pensé que alguien sería capaz de desearle una violación a una persona. Hasta que se lo desearon a mi pareja. Y, ¿de quién es la culpa? De todos. De los que se ríen cuando algún amigo suyo dice estas barbaridades. De los que no hacen nada cuando son espectadores de estos abusos. Pero, sobretodo, de los que lo hacen. Lo ven algo normal, algo que, aunque no queramos verlo, está en nuestra sociedad. Nunca culpemos a la víctima, no es la responsable, es la víctima.
Fernando Piquer