Condenado a 23 años de cárcel por violar y agredir a una joven

La Audiencia Provincial de Baleares ha condenado a 23 años de cárcel a un hombre por golpear, agredir sexualmente e intentar asesinar a una joven de 21 en la madrugada del 30 de mayo de 2008 en Magalluf (Mallorca), causándole heridas que a causa de su gravedad podrían haber resultado mortales de haber evolucionado sin asistencia médica. Tras recibir dos puñaladas, la víctima aparentó estar muerta hasta que, una vez él abandonó el lugar, salió a pedir ayuda.

Se trata de unos hechos por los que Mohamed Fadel E.A. fue juzgado el pasado mes de enero por el tribunal de la Sección Primera, que le impone en su sentencia la misma pena que solicitaba la Fiscalía por un delito de agresión sexual con acceso carnal -por el que le ha condenado a once años de cárcel- y otro de asesinato en grado de tentativa -doce años-.

Durante la vista oral, el reo, quien se negó a responder a las preguntas del Ministerio Público, alegó que le fue diagnosticada una enfermedad mental relacionada con la drogadicción y que en aquella época era consumidor de cocaína. Así, en respuesta a las que le formuló su abogado, Carlos Portalo, incidió en que consumía los estupefacientes desde 2004 hasta su detención y que, tras serle diagnosticada su enfermedad en Marruecos "nunca la admití ante nadie".

Tal y como declara probado la resolución, contra la que cabe interponer recurso de casación en un plazo de cinco días, los hechos tuvieron lugar entre las 4.00 y las 5.25 horas, cuando el inculpado, en el portal de acceso al edificio en el que vivía la joven, entabló conversación con ella y le ofreció un cigarrillo, acompañándola hasta la puerta de su domicilio, si bien, después de que el inculpado le pidiese entrar y ella se negase, le pegó un puñetazo, le agarró del pelo y la arrastró momentáneamente escaleras abajo.

Acto seguido, el reo la introdujo por la fuerza en la vivienda, cerrando la puerta por dentro, y una vez dentro, Mohamed Fadel E.A. le exigió mantener relaciones, primero en el balcón y tumbándola finalmente en la cama, donde consumó sus intenciones frente al estado de estupor de la joven británica, presa del pánico.

De inmediato el acusado se abalanzó sobre ella para intentar estrangularla con las manos con la pretensión de causarle la muerte, tras lo cual ella perdió el conocimiento. Con un cuchillo, cuya procedencia no ha sido determinada, hirió a la joven en el pecho mientras continuaba inconsciente por asfixia. Una vez la joven recobró el conocimiento, Mohamed Fadel E.A. volvió a clavarle lentamente el cuchillo en el cuello.

Aterrada y pensando que la iba a conseguir matar, la joven se quedó quieta aparentando estar muerta, esperando 10 minuto una vez el acusado abandonó el lugar, para salir a la calle desnuda, tapada con una almohada, y pedir ayuda.

Durante la vista, la perjudicada renunció a ser indemnizada civilmente por los daños recibidos, recuerda la sentencia, que subraya que, en el momento de los hechos, el inculpado no tenía alteradas sus facultades volitivas a consecuencia de su grave adicción al consumo de sustancias estupefacientes, psicotrópicas o alcohol, ni por una alteración psíquica por un brote de psicosis maniaca y estadios de personalidad bipolar.