
Daniel Rojo, exguardaespaldas de Lionel Messi, es conocido sobre todo por su vida irregular y llena de peligros antes de empezar con su nueva carrera en el fútbol. En una entrevista, que resume La Gazzetta dello Sport, el español de 50 años recuerda su vida entre drogas y cárcel antes de curarse y cambiar de rumbo.
“En mi vida atraqué 500 bancos. Dependía del lujo, de coches y vestidos firmados, de la drogas. Empecé cuando tenía 15 años y luego me convertí en un profesional”, recuerda el exdetenido. “En 1997 decidí cambiar de vida y me metí en el mundo del fútbol. En 2006 empecé a trabajar por el Barcelona. En esa época Rijkaard era el entrenador y el club me mandaba a recoger a los jugadores que habían bebido mucho en las discotecas y no podían conducir”, recuerda Rojo.
Su cuento se llena de detalles al describir una situación incomoda. “Un día tuve que intervenir ya que uno de los jugadores se encontraba en una zona Vip y estaba teniendo sexo oral con dos hermanas a la vez. Me contó que le habían fotografiado y tuve que buscar y borrar las fotos de los móviles”, admite el exguardaespaldas.
Las cosas cambian cuando se habla de Messi. “Un día me mandaron a recogerle tras un entrenamiento. Messi es un chico humilde y cuando comía se sentaba siempre a mi lado y yo le contaba mi vida. Él no tenía mucho que contar, en su vida no había hecho otra cosa que entrenarse y jugar al fútbol. También le prohibían salir con las chicas, solo ahora está descubriendo lo que significa vivir”, ha comentado.
“Ya no me ocupo de ellos desde hace un par de años pero de vez en cuando quedo con ellos. El año pasado me fui a ver un partido del Barcelona junto con un amigo y me crucé con Leo que estaba acompañado por dos chicas guapísimas. Luego descubrí que una era su novia, Antonella, y la otra la mujer de Mascherano y me fui a cenar con ellos. Al final Leo me acompaño a casa con su coche, él conducía y yo me senté detrás”, ha confesado Rojo.