
Francisco García Balcells dirige Carrefour General Riera y es el portavoz de las grandes superficies de Baleares. En una entrevista con mallorcadiario.com, se ha mostrado contundente respecto a la creación de un nuevo tributo con el que quiere gravarles el Govern.
La imposición de un impuesto a las grandes superficies ha creado una gran fricción con el Govern. ¿Tiene confianza en una solución negociada, y que haya más comprensión por parte del Ejecutivo?
Desde que iniciamos las conversaciones hemos tenido un frontón delante. Fuimos rebotando permanentemente con la vicepresidencia y optamos por no seguir en esta línea y dialogar con el presidente. Hablamos con él y después de exponer nuestros puntos de vista y argumentar con cifras, creo que hemos abierto una pequeña puerta para poder sentarnos y ver hasta donde podemos estar de acuerdo o no, partiendo de la base de que este impuesto está fuera de lugar.
¿Cuáles son entonces sus expectativas?
Desde la reunión con Bauzá se abrió una pequeña ventana. Ahora hay que sentarse en una mesa y si sigue insistiendo en que no va a quitar el impuesto, veremos a ver si hay un punto de encuentro, y si no, nos levantaremos de la mesa, y presentaremos las alegaciones oportunas.
¿Y acudirían a los tribunales?
Sí.
¿Están convencidos de que el impuesto es inconstitucional?
Sí, absolutamente, pero eso lo dirán los tribunales. El problema es que aquí están trabajando en un impuesto que es inviable para las empresas. Tal como está el consumo, o el consumo sube para poder pagar el impuesto o no se puede pagar, porque va en la última línea de explotación de las empresas. Cuando uno ha pagado todo y le queda el beneficio más mínimo, entonces surge este impuesto que hay que pagar.
¿Y no se puede trasladar al consumidor?
Si se llega a plasmar habrá que trasladarlo al consumidor. Las empresas han asumido el IBI, el IAE, el IVA, ya llega un momento que no hay posibilidad de asumir más impuestos. Sin duda que se trasladará al consumo y este se va a resentir. Empieza entonces la ruleta: si el consumo baja empezarán los problemas de creación de empleo, etc. es decir, se inicia toda una cadena que al final la paga el cliente.
Si se traslada al cliente, ¿se ha calculado cuanto le supone al año a cada consumidor?
De momento los cálculos que tenemos están en estudio, no sabemos todavía si esa pequeña ventana abierta nos dará pie a estar en situación de poder ayudar a las islas, pero el planteamiento de los 6 a 21 euros es inviable, no se puede pagar. Y pagar 28 euros el metro cuadrado de aparcamiento no tiene sentido. Por lo tanto podemos hablar de que esta situación, si se mantiene, perjudicará seriamente al trabajador porque se perderán puestos de trabajo y no sólo esto sino los que se pueden crear. Además se habla de la protección jurídica, ¿que podemos esperar de esta protección cuando cualquier empresa que quiera venir ya antes de llegar ya tiene que pensar cuanto pagará? Todas las inversiones que realizamos las medianas y pequeñas superficies, sobre todo las importantes, se van a paralizar, por lo tanto se paraliza la creación de empleo tanto directo como indirecto. Hablamos de unos 9.000 puestos de trabajo. Los números del Govern están hechos con un afán recaudatorio pero sin mirar la causa-efecto que puede tener.
Si finalmente el Govern admitiera una rebaja del impuesto, ¿hasta donde debería llegar el recorte para que las grandes superficies lo asuman y no lo trasladen al consumidor?
Volvemos al principio, la negociación no puede partir de un dato que nos da el Govern. Nos dice: vamos a negociar 8,5 millones de euros, que es lo que nos pide para 8 meses, pero para un año completo son más de 14 millones. Para responder a su pregunta: nuestra postura es muy clara: cero. Nos quieren cobrar por asuntos medioambientales, y la recaudación debe invertirla en medio ambiente pero no será así, de manera que ya partimos mal. Si tenemos un problema con todas las empresas de las islas, nos tenemos que sentar a hablar todas las empresas, pero no se puede sacar de la manga un impuesto solo por ser recaudatorio. Y además dicen que con esto van a crear más empleo. No es creíble. La semana próxima nos sentamos con la vicepresidencia y allí queremos partir de cero, es nuestra única intención, pondremos ese cero sobre la mesa a ver hasta donde somos capaces de ver en que situación. El punto de encuentro no sé si podrá haberlo.
Dice que partirán de cero, entonces ¿No hay ninguna contrapropuesta del sector?
No, porque no estamos de acuerdo con el impuesto y así se lo dijimos a Bauzá, no nos sentaremos a renegociar. Estamos en una situación límite y cualquier esfuerzo que se nos pida debe ser ponderado a largo plazo y que todo el mundo haga lo mismo, es decir que repercuta a todos por igual, no puede ser que los aviones no contaminen en el aeropuerto. No queremos que nos quiten un impuesto a nosotros para que se lo pongan a otro, sino que todos participamos de todo. ¿El Govern tiene en cuenta que en un Dijous Bo se mueven 200.000 coches? ¿Va a cobrarles un impuesto? Otro ejemplo: El domingo hay mercado en Santa María, ¿va a cobrarles a los mercadistas un impuesto? Los coches ya tienen impuestos, de circulación, gasolina, etc. Volver a redundar en esto es simplemente un afán recaudatorio.

Declaró usted hace unos días: “nunca nos hemos negado a ayudar”, por tanto podría haber alguna acción de las empresas a cambio de anular el impuesto.
Este año dimos 450.000 toneladas al banco de alimentos, medio millón de euros a distintas ong, y patrocinamos infinidad de eventos. Son cosas que no se ven pero que se hacen, tenemos 21.000 trabajadores en el sector y 9.000 más que son indirectos. Es una aportación importante para las islas como para que se tengan en cuenta estas variables.
Ha habido reuniones fallidas con Aguiló, Bauzá parece más comprensivo. ¿Confían en que esto se traslade a las nuevas conversaciones? ¿Son optimistas?
El presidente nos ha abierto una puerta, ha sido más receptivo, el conocer de primera mano lo que decimos le ha hecho reflexionar. Haremos lo posible para que el impuesto no salga, queremos sentarnos en esa mesa y ver si podemos colaborar sin poner en peligro las empresas que están en Baleares. ¿Optimismo? Hay una pequeña esperanza, pero optimismo es una palabra muy grande.
FOTOS: JAUME MEDINAS