A pesar que el Carlos López Riesco, alcalde de la localidad leonesa de Ponferrada, quiso saludar dando la mano a unos mineros que se manifestaban esta mañana, estos trabajadores no han respondido de manera tan amistosa al edil.
Además de ser zarandeado por los manifestantes, López Riesco también ha tenido que soportar que le lanzasen huevos por lo que tenido que refugiarse corriendo en el interior de un bar de la localidad. Mientras tanto, algunos mineros se ensañaban también con el mobiliario de la terraza del bar.
Mientras la Policía Municipal y la Nacional escoltaban al alcalde al interior del bar los huelguistas le insultaban y pedían su dimisión por no estar apoyando al carbón, con gritos como "Ponferrada vive de la minería y no de la Ponferradina", que juega la fase de ascenso a Segunda División.