El debate ciclista para una ordenanza incumplible

Ustedes verán: a mí me da mucha gracia que el gobierno municipal de Palma y la oposición negocien cómo va a quedar la ordenanza de circulación de bicicletas. Me parto de ver cómo el uno dice que en esta acera vamos a permitir bicis y en esta no, como quien negocia los bonos europeos.

Me da la risa de ver cómo se analiza si las bicis podrán ir por la acera a partir de las diez o de las once, o de las diez y diez. Un debate interesante pero absolutamente absurdo. ¿Por qué? Pues simplemente porque nadie va a respetar la ordenanza y nadie absolutamente la va a hacer cumplir. Porque no habrá ni un policía que deje de aplicar el sentido común y ver que si el ciclista no ha atropellado a nadie, mejor mirar para otro lado; que si no hay un accidente, lo dejamos correr.

Esto, sentido común, es lo que falta sistemáticamente a nuestros políticos. Hacen las mejores leyes, pero ni se acuerdan de que no se pueden aplicar. También está prohibido tirar la basura en los contenedores antes de las siete de la tarde, o que los excrementos de perro se dejen en la calle. Y basta salir por la ciudad para comprobar que es papel mojado.