Melià, de 85 años, "es uno de los mayores expertos en cultura guaraní, con la que lleva conviviendo desde que tenía 22 años. Esa entrega por pueblos pescadores que nunca habían sido contactados y que en los años 50 del siglo pasado no sabían lo que era una vaca o una gallina, y que nunca habían sido contactados, le han valido diferentes distinciones a lo largo de su vida, entre ellas el Premio Bartolomé de las Casas del Ministerio de Relaciones Exteriores de España, que le fue entregado en 2011 por el entonces Príncipe don Felipe".
Por su parte, "Esposito ha sido distinguido por su lucha en defensa del diálogo entre dos de las religiones mayoritarias a nivel global, la cristiana y la musulmana, y por su idea de que no hay que temer a las religiones, sino a quienes las interpretan de manera errónea provocando el terror".
Un hombre de selva
Susanne Cadera, decana de la Facultad de Ciencias Humanas y Sociales de Comillas ICAI-ICADE, destacó la gran labor del jesuita mallorquín “como antropólogo, etnólogo, historiador, lingüista, políglota y traductor", así como sus valores y humanismo "de los que el padre Bartomeu Melià es defensor”. Cadera también subrayó de “este hombre de selva, pero también ratón de biblioteca”, como él mismo se define, “su aportación a la defensa, difusión y conservación de la lengua y cultura guaraní, su papel en la defensa de los derechos de ese pueblo y su labor de acercamiento entre culturas, a través de la enseñanza, entrevistas, seminarios... pero también a través de la predicación y de la traducción y adaptación de textos".
En este sentido, son numerosas las publicaciones de Melià sobre la lengua y la cultura guaraní, todas ellas con el afán de mantener viva esta lengua y sus variedades lingüísticas, de hacer conocer su cultura ancestral y sus mitos. "Sus obras plasman su labor como defensor de la lengua guaraní, lo que le convierte en uno de los más reconocidos expertos en el tema”, le reconoció Susanne Cadera.
En su discurso “El territorio del ser: la palabra”, Bartomeu Melià, SJ, se refirió a que el territorio no es una cuestión de tierra, sino de espacios de relación y comunicación humana. “No se refiere a una parte de una nación o de un estado, con sus mal cortadas y peor zurcidas fronteras. No son tierras que se pueden comprar o vender; obedecen a otra economía que no es la de mercado; el territorio de este ser es la economía del don y de la reciprocidad fuera del cual hay venganza y el precio de la venganza es la sangre y la muerte”.
Para Melià, “no se puede estar con los guaraníes, ni con otro pueblo, sin aprender y hablar su lengua. Es preciso caminar y danzar con ellos como práctica ordinaria y por cierto tiempo”. Y añadió: “A ellos que me han dado tanto les quiero devolver este honor de una universidad, que no sólo promueve el bien decir, sino el buen decir, la sabiduría más que los conocimientos”.
Promocionando el entendimiento entre musulmanes y cristianos
Sobre Esposito, Alberto Priego, profesor de Relaciones Internacionales en la Facultad de Ciencias Humanas y Sociales de Comillas ICAI-ICADE, las enseñanzas de Esposito, por cuyas clases en la Universidad de Georgetown han pasado las personalidades y los líderes más relevantes del mundo, entre los que se encuentra Felipe VI, el Rey Abdulá de Jordania o el presidente Bill Clinton, “han contribuido a la promoción del entendimiento entre musulmanes y cristianos, lo que, sin lugar a dudas, puede considerarse un faro en un momento en el que el supremacismo, la intolerancia y la islamofobia parecen hacer más ruido que las voces que abogan por un mundo pacífico y armonioso”. "Con él aprendí que el Islam y la Democracia son absolutamente compatibles”, confesó Priego.
En su discurso tras recibir el reconocimiento de la universidad ("Muslim-Christian Relations in a Multi-Faith World"), Esposito recalcó que “la globalización y la inmigración están dando lugar a sociedades cada vez más multiétnicas y de multiples creencias, modificando los países occidentales que antes solo se describían como protestantes, católicos o judeo cristianos”. Ahora, añadió Esposito, “esta globalización, junto con la aparición de políticos nacionalistas y partidos políticos en Europa y América con propuestas antimusulmanas y antiinmigración, y el crecimiento exponencial de la islamofobia, hace que sea necesario una comprensión más precisa del Islam y de los musulmanes”.
El profesor norteamericano recordó que en España se produjo la primera muestra de tolerancia interreligiosa durante Al-Andalus, entre los años 756 y 1000 de nuestra era, y que las similitudes entre las dos religiones son muy numerosas. Según expuso, Abraham, Moisés, Jesús y María son figuras centrales en las escrituras musulmanas: "María se menciona más en el Corán que en el Nuevo Testamento, y el nombre de Jesús se nombra en el Corán más que el de Mohammed”.
Con el paso de los siglos y las inestabilidades politicas y regionales la idea de diálogo fue estrechándose. Para Esposito la revolución en Irán fue el punto de inflexión a partir del cual los musulmanes fueron vistos como una amenaza para el resto del mundo. Después, “el islamismo mayoritario seguido por la mayoría de musulamanes fue oscurecido por la amenaza del fundamentalismo islámico que en realidad, constituye una minúscula parte de los musulmanes a nivel global. Los ataques contra las Torres Gemelas en Nueva York o el perpetrado en Madrid provocaron un miedo irracional al Islam y a los musulmanes”.