Navidades con mascarilla

Las cifras de contagios por coronavirus no paran de subir en Baleares. En pocas semanas, la comunidad ha pasado de tener la menor incidencia del virus de toda España a sufrir los peores registros de positivos del país. Este jueves -tras tres días nefastos de sumar récords-, Baleares alcanzaba una incidencia acumulada de 307 casos por 100.000 habitantes, muy por encima de la media nacional que es de 190 casos. La presidenta Armengol, además, vaticinaba que el dato previsiblemente superará los 500 casos por cada 100.000 habitantes en pocos días.

Nos encontramos, por tanto, ante unas jornadas clave para la evolución de la pandemia en las Islas, con el añadido de que las fechas que vienen invitan a las reuniones con amigos y familiares, y que el riesgo a que se dispare el índice de contagios es manifiesto. El Govern insiste en reducir al máximo la vida social estas Navidades, llegando incluso a pedir que los residentes baleares que estudian o trabajan fuera de las Islas eviten desplazarse a Baleares durante estas fechas.

El ejecutivo balear recurre a la responsabilidad de cada cual reclamando prudencia, con el objetivo de que en enero no se produzcan unas cifras de contagios y de ingresos hospitalarios que retrotraigan a las peores semanas de la pasada primavera. De momento, hay 5.100 personas contagiadas que son atendidas por el IBSalut; de todos ellos en las UCIs de los hospitales hay 55, una cifra que va creciendo cada día. Además, de todas las pruebas PCR que se realizan actualmente, un 8,79 por ciento dan positivo, cuando hace apenas unos días no llegaba al 3 por ciento.

Según la conselleria, estas cifras no recogen aún el impacto de los contagios producidos durante el puente de la Constitución a principios de diciembre, por lo que la posibilidad de que se produzca una eclosión de contagios en los próximos días es muy alta y explicaría perfectamente el temor que muestran las autoridades sanitarias de cara a la Navidad.

Algunos expertos recomiendan el uso de mascarilla en las reuniones familiares, unas reuniones restringidas al máximo, tal y como señala la regulación aprobada por el Govern. Son planteamientos que pueden parecer excesivos, pero que de mantenerse las actitudes incívicas de unos pocos, podrían llegar a implantarse y quedar consolidados durante mucho tiempo. Mucho más allá de la Navidad.