Baleares se prepara para celebrar una Navidad con las mayores limitaciones de la historia a causa del coronavirus. La Conselleria de Salut no prevé reducir las restricciones de cara a estas fechas -incluyendo la antesala que supone el macropuente de la Constitución y la Inmaculada a principios de diciembre- y sólo se compromete a revisar la situación en función de cómo evolucionen los datos epidemiológicos de la comunidad "día a día". El objetivo es evitar un repunte de las cifras de contagios en enero.
Para iniciar el año con buen pie, confiando en una dispensación masiva de la vacuna durante el primer semestre del 2021, los ciudadanos de las Islas deberán renunciar al modo tradicional de festejar las Navidades y asumir que no podrán celebrar de la misma manera de siempre las reuniones familiares o con los compañeros del trabajo, tan habituales en estas fechas. Al contrario, comidas y cenas quedarán reducidas a grupos de seis personas, con el consejo por parte de Salut de resignarse a realizar cuántas menos reuniones y desplazamientos, mejor.
La evolución de la Covid en Baleares ha registrado una mejoría en los últimos días, aunque lo que pase en las próximas semanas será determinante. La cifra de positividad -el porcentaje de ciudadanos que se realizan una prueba PCR y dan positivo- sigue por debajo del cinco por ciento que recomienda la OMS. En Baleares se halla en el 4,35, aunque este sábado llegó a bajar hasta poco más del 2 por ciento. Aún así, la cifra acumulada de contagios supera los 23.000 y los fallecidos suman 401 víctimas mortales.
El departamento que encabeza Patricia Gómez apuesta por aplicar medidas estrictas en Navidad a fin de contener estas cifras. De la misma manera que refuerza Son Espases para hacer frente a un eventual repunte en diciembre. Esta semana se han contratado a 18 enfermeras y 8 auxiliares para formarlos y que se sumen a los cerca de 170 profesionales que se han incorporado desde marzo. El hospital de referencia dispone de una media de 757 camas de hospitalización y 44 plazas de UCI, de las que a día de hoy, 14 están ocupadas por pacientes Covid.
La Navidad no debería ser un punto de inflexión en la evolución de las cifras. A todo el mundo le gustaría poder celebrar una Navidad normal, pero habrá que resignarse a hacer un esfuerzo final si a cambio se comienza el año con una bajísima incidencia y ante la esperanza de que la vacuna llegue, tal y como ha anunciado el Gobierno, el mismo mes de enero.