Lugares de baño como Cala Varques, Cala Magraner, Cala Bota, Cala Petita, Cala Murta o Cala Morlanda aparecieron con carteles de la coordinadora anticapitalista de Manacor, que indicaban que la playa estaba cerrada.
Se trata de la segunda acción de Caterva este verano dirigida a visibilizar el problema de la masificación turística. Siguiendo la misma línea que la acción de julio, esta tenía como objetivo el turista y hacerlo partícipe del malestar que se vive en Mallorca.
"Tenemos que el turista forma parte del engranaje y que es corresponsable de la situación que sufrimos. Pero los responsables son los que tienen la propiedad de las cadenas hoteleras, son los propietarios de las empresas de construcción o las inmobiliarias. Tienen que ser señalados", han apuntado en un comunicado.