Ponen el acento, en concreto, sobre s'Arenal de Llucmajor, probablemente la zona más histórica del turismo en Baleares. Las fotos de s'Arenal -y su prolongación hacia Playa de Palma- no han variado mucho desde los años 70, a los que corresponden la foto que ilustra El Infiltrado. Cambian los modelos de coches, los chiringuitos -ahora beach clubs- y los perfiles de los barcos que se perciben en el club náutico; pero la densidad de bañistas y turistas que toman el sol en la instantánea de hace 50 años es, probablemente, superior a la de cualquier día de esta tempordada.
La falta de perspectiva, el desconocimiento de la realidad pasada o el interés espurio de unos pocos que permanecieron callados ocho años han propiciado, ahora, no pocas movilizaciones en contra del turismo. Ya son varias las convocatorias celebradas desde hace unos meses y se anuncian más.
Ahora que despiertan todas las sensibildades, incluidas las de las propias instituciones que promueven espacios de debate para hallar soluciones a los problemas reales que sufren las islas -problemas de vivienda, falta de infraestructuras...-, conviene echar la vista atrás para saber exactamente de dónde venimos.