El comportamiento problemático del matrimonio en el interior del hotel fue lo que motivó a la dirección del mismo a llamar a la Policía Local.
Todo comenzó cuando los empleados del hotel indicaron a la pareja que no se podía acceder a la zona de la psicina con vasos de cristal. Los trabajadores, incluso, se ofrecieron a sustuirlos y darles otros de plástico que sí podrían entrar a esas instalaciones.
Según el testimonio de los empleados, la pareja no solo se negó a hacer el cambio, sinó que, además, la mujer le lanzó la bebida a la camarera. De inmediato, el hombre le lanzó el vaso. Por suerte, este no llegó a impactar contra la trabajadora. Ante esta situación, la dirección del hotel decidió expulsar del hotel a la pareja.
Cuando llegaron los agentes, explicaron a los clientes la normativa actual y la pareja abandonó el hotel.
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