En buen estado de salud pero con actitud esquiva. Así se encontraron los agentes de la Unidad Montada de la policía local de Palma a un poni abandonado en una finca de Sant Jordi.
El animal había llegado ahí de la mano de los mismos que después se deshicieron de él: unos okupas.
Tras permanecer en la vivienda durante unos meses sin permiso del propietario, dichas personas dejaron al equino abandonado y fue el propietario de la casa quien dio aviso a los agentes, que se desplazaron rápidamente al lugar.
Una vez capturado y comprobado que no portaba chip identificador, el animal fue trasladado al Centro Sanitario Municipal de Son Reus.
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