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Aranda o un trazo a contracorriente del destino

Xisco Barceló | Sábado 19 de marzo de 2022
Hacía bastante tiempo que no había coincidido personalmente con el protagonista de la entrevista de hoy, por quién siempre he sentido admiración. Reconozco que sigo las publicaciones en Última Hora, de este escritor, periodista, pintor, poeta, cineasta, no necesariamente en este orden.

Nos esperaba sentado en un banco de la Plaza de Sant Salvador junto a la Iglesia de Génova muy cerquita de donde tiene su estudio, con su lisa media melena, ahora gris ceniza, ¡los años, amigo! nos van cambiando los elementos del escaparate.

¿Cómo evoluciona tu salud?

Ahí estamos en una recuperación de mucho cuidado, una vigilia de máxima atención, cuatro años sin fumar, ni beber una gota de alcohol y en lista de espera por un trasplante de hígado.

Vestía una chaqueta de color caqui, tipo militar, sobre la cual ha intervenido su amigo Domingo Zapata con un corazón rojo enorme y trazos identificables de sus pinturas.

Francisca no tardó más de quince segundos en poner su máquina en funcionamiento. Click, click…

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José Aranda Bosch, quién firma artísticamente como Aranda, nace en Palma en 1961, ese año el Real Mallorca jugaría por primera vez en su historia en la Primera División del fútbol español, John F Kennedy tomaba posesión como presidente de los Estados Unidos, The Beatles se estrenaban en el Cavern Club de Liverpool, Kuwait se independizaba del Imperio Británico, Rod Laver conquistaba Wimblendon, el ejercito de la Alemania socialista levantaba el Muro de Berlín, nacían; Nacho Vega, Manu Chao, Carl Lewis, Nadia Comaneci, Michael J. Fox, Barak Obama, fallecían; Gary Cooper, Chico Marx, Ernest Hemingway, se publicaban; El coronel no tiene quien le escriba de García Márquez, La Brecha de Mercedes Valdivieso, La noche de la Iguana de Tennesse Williams, el mundo del celuloide, estrenaba; West Side Story, Desayuno con diamantes, Viridiana, El juicio de Nuremberg, Lolita, en música las canciones; Stay by me, Surfin’, 500 millas, Barbara Ann, Crying, ocupaban las listas de éxitos, en la plástica; Look Mickey de Roy Lichtenstein, el Tríptico de Remedios Varo y El hombre que camina de Giacometti se erigían en las obras más relevantes de las presentadas durante aquellos 365 días.

¿Qué recuerdos de su pasado le acompañan?

Dicen que con tres años ya sabía leer.

Vivíamos en la Plaza Mayor de Palma y justo al lado de casa había una parada de taxis, no sé por qué, alucinaba con el piloto verde, me llamaba la atención la luz que indicaba cuando estaba libre.

Me gustaba el mundo taurino, mi padrino, Joan Bosch Iglesias fundó en 1962 la revista; “El mundo de los toros” que tenía miles de suscriptores en España y Latinoamérica y viajaba por todo el mundo, principalmente a Méjico, mi padre conocido como Joarcho, era crítico taurino y colaborador de la citada revista, fue amigo de Manolete y de otros muchos toreros. Mi madre, Margarita Bosch fue comadrona y Presidenta del Colegio de Comadronas.

Recuerdo de la Plaza de toros, los olores, la sangre del toro, el ambiente, compartir con la familia de Romero de Torres, de Manolete, con Antonio Ordóñez y jugando por aquellos pasillos con Manuel Benítez “el cordobés”. En aquel tiempo eran mis héroes.

Leyendo desde tan joven… ¿Se interesó por la literatura?

Sí, leía obras de teatro clásico, sobre todo a Charles Dickens, la literatura británica me apasionaba. Luego me interesé por gente como John Dos Passos, o como Ernest Hemingway. También a muy pronta edad dibujaba. Gracias al escultor Jaume Mir entré en Artes y Oficios de Palma.

Y en esa época de estudiante, ¿Qué sucede?

No era buen estudiante, aprobaba únicamente lo que me interesaba. Con diecisiete años fui a clases con Xim Torrents Lladó a la Escuela libre del Mediterráneo, aprendí muchas cosas en aquellas largas sesiones, de hecho él fue la primera persona que me compró una obra, se enamoró de un grabado mío y me propuso pagarme o no cobrarme las clases, me decante por la primera opción. También fui alumno de Antonio Saura en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, con quien además entable una relación amistosa. Le confesé que quería ser pintor porque debía vencer el miedo a enfrentarme a la tela en blanco. Estudié con Vicente Aznar, maestro grabador y Joan Barbará en la Fundación Pilar y Joan Miró.

Siempre hay una primera exposición…

Fue en 1983 en la Galería Ca’n Marqués de Palma y aunque se vendió la totalidad de las obras, me quedé con una sensación agridulce. Una de las obras hacía referencia a la masacre ocurrida en Shatila, donde fueron asesinados miles de palestinos en los campos de refugiados durante la Guerra del Líbano de 1982. Esta pieza la doné a la OLP de Madrid.

En los 80, expuso en la Galería 4 Gats de Palma y con esta precisamente, asistiría a Arco 89. En múltiples ocasiones ha expuesto en Mallorca, Madrid, Barcelona, Nueva York, Chicago, París, Méjico, Miami y en muchos más espacios de Asia, de Europa, de América.

En un periodo de su vida, viajaba con carnet de prensa y representando a la revista; “el mundo de los toros”. En uno de sus primeros viajes y estando en Méjico ¿Qué ocurrió?

Fui para informar del 50 aniversario de la Plaza de Toros Monumental de Méjico y también como artista me interesaba que conocieran mi obra en ese país. Era enero del 1994 y en Chiapas hubo una insurrección armada sorpresiva por parte del Ejército Zapatista de Liberación Nacional y yo estaba en Méjico DF. Pasé allí unos dos años y realicé varias exposiciones, una de ellas en el Museo Casa León Trotsky y otra en el Centro Cultural Iztapalapa . Durante un tiempo me contrataron para trabajar como espía del gobierno, ocupándome de controlar los convoyes que entraban en el poblado zapatista, mi posición entonces me lo permitía. En cierta ocasión tuve un enfrentamiento con el subcomandante Marcos, al negarse a contestar algunas de mis preguntas. Esto aceleró mi marcha de Méjico.

¿Cómo artista, se vive desahogado?

¡No!, los artistas a veces las pasamos canutas. Estando en Francia con Campano, nos alimentamos durante varias semanas a base de aceitunas y cerveza, pasando un hambre atroz y en episodios como este nos hemos visto muchos artistas aunque estas vivencias son parte intrínseca del sacrificio por querer dedicarnos a esta profesión.

¿Cuáles son los artistas a los que ha seguido los pasos?

Admiro la sutileza de Van Gogh, la sabiduría de Dalí a quien tuve el placer de conocer y conversar con él, la plasticidad de Picasso, la nitidez de Miró, la fuerza expresionista de Oskar Kokoschka y a esta lista debo añadir a Anselm Kiefer, a Ángeles Cereceda, a Jackson Pollock, a Joan Vich, a Rafel Joan, a Jean-Michael Basquiat, a Julian Schanabel, a Gerhard Richter.

Se empeñaba tanto en pasar inadvertido que se volvió invisible, pero su ingenio le jugaba malas pasadas y de vez en cuando le regresaba. Le llevaba a su estudio, le plantaba ante una tela, ante otra y otra y de sus gestos surgían escenas que conciliaban legiones de pensamientos. Con su ayuda, colgaban en una pared abstracciones poéticas, disputas surrealistas, paisajes devastados, irónicas figuraciones de sus cuadernos de viaje y una vez cumplida la singladura de cada día, él y su espíritu de nuevo desaparecían.

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De su filosofía, y aprovechándome de su agilidad mental, dígame que pensamiento ronda ahora mismo por su cabeza…

Que uno sea buen artista no quiere decir que vaya a ser buena persona.

Entre sus aficiones destaca su carácter viajero…

Sí, pero siempre para trabajar. Yo tengo una consigna, sé cuando me marcho, nunca cuando voy a regresar. He visitado muchos países con verdaderos conflictos bélicos. Podría escribir cinco películas. He experimentado situaciones extremas, estando a punto de morir en varias ocasiones y he salvado la vida a más de una persona.

Marruecos es uno de los lugares que más me ha impresionado, también Etiopia, donde la pobreza y la felicidad te acompañan al mismo tiempo, fui a Israel y la experiencia fue emotiva y espiritual, estudiando el origen de nuestra historia. En 2006, expuse la colección; “¡Oh Israel!”. Estuve en Egipto durante las protestas árabes y las manifestaciones populares de la Primavera Árabe del 2010/2012, quería vivir una revolución en directo y para allá que marché. Posteriormente realicé una serie sobre esta experiencia y la presenté en el Casal Solleric de Palma en 2015.

En el año 2016 regresa a Estados Unidos y expone a dúo con Domingo Zapata, en la casa de subastas; Paddel 8 de Nueva York. Queda por un tiempo a vivir en Miami y expone en la Hom Art Gallery, en la 212 Art Gallery y en la Feria Miami Art Basel.

Otro de sus viajes fue el que le llevó a Nepal y del que surgió su exposición; Siddhartha, en la Galería Fran Reus de Palma. En el catálogo se documenta con fotografías y textos, parte de su estancia. Aranda interpreta con sus pinceles y con técnicas mixtas, el proceder de aquellas otras culturas, sus costumbres, sus abalorios, sus miradas, sus rituales, su cercanía a la muerte, sus dioses, sus religiones.

Esta fue otra de las experiencias inolvidables. Convivir con aquella gente, te condiciona, te relaja, te hace reflexionar sobre tantas circunstancias a las que no solemos prestar la más mínima atención.

En su faceta como escritor ha publicado por este orden, un libro de poemas, la novela ”La montaña oscura”, basada en la vida del subcomandante Marcos, “Diario de viaje a Etiopia y a Eritrea” la biografía autorizada de Joaquín José Martínez que fue el primer español y también europeo en salir de un corredor de la muerte en Estados Unidos. Había sido detenido en 1996 por un doble asesinato y sentenciado a muerte. En junio de 2001 tras ser declarado inocente en un nuevo juicio consiguió la libertad, y la última publicación literaria tras una larga investigación, la presentó en 2018, “Bohemian Club; objetivo Trump”, una crónica que analiza el lado oscuro de quienes manejan los hilos del poder.

Como corresponsal de guerra he vivido al límite, y eso me ha permitido poder narrar hechos vividos en primera persona.

En la actualidad estaba escribiendo un libro sobre Putin con quien mantuve una reunión hace unos años, pero la invasión rusa en Ucrania, ha hecho que cambie de planes. No se puede bombardear una ciudad y que muera gente inocente, dicho esto, no sabemos toda la verdad, hay cosas que aquellos que poseen el mando, no permiten que se hagan públicas.

Analizo algunas de sus columnas de opinión en el periódico Ultima Hora y me coloco tras una pantalla protectora para no contagiarme de las apreciaciones de su espíritu censor; Eurovisión para ciegos, Sin tiempo para ver la última de Bond, Las diez familias que manejan el mundo, El demérito de Iñaki Urdangarin, entre otras.

Yo considero que quienes hacemos artículos de opinión debemos ser críticos. Escogemos un tema que nos atrae o que nos roza, o que nos invade, y nos lanzamos. Cada uno tiene que ver las cosas desde su atalaya y no dejarse influir, nuestro examen debe ser utilizando un bisturí, estoy seguro que nuestra crítica ayuda a completar una opinión sobre cualquier asunto de los que desarrollamos.

El 20 de enero, usted publicó; “Ucrania: temed lo peor, el fin está cerca”, vaticinó y describió con certeza parte de lo que ahora está sucediendo:

El dragón chino ha despertado así como el oso siberiano ha salido de su hibernación. Tienen hambre y sed, Rusia de volver a ser el imperio que fue. Putin va a colocar tropas y misiles…

Las conversaciones han sido un fracaso, y nuestro futuro está en manos de auténticos psicópatas.

Ten en cuenta que además de haber estado en ciertos conflictos bélicos, estoy muy preparado en geopolítica y me he formado en pedagogía kantiana. Leo sobre lo que me interesa, tengo mis fuentes de información y hago mi propio análisis para sacar conclusiones en algo tan delicado. Esto viene de lejos, Putin lleva años preparando una estrategia político militar, para recuperar territorios que él considera de su madre Rusia. Cuenta con el beneplácito de China y de otros países, y ya veremos quién será capaz de hacer frente a este monstruo.

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Definir a Aranda como pintor expresionista, me sabe a escasez porque está capacitado para navegar en todos los océanos disciplinares y se lanza al ruedo para torear con murales, abstracciones, acuarelas, surrealismo, grabado, realismo, pop, figurativo, cerámica y en cada una de ellas se desenvuelve sin que desde fuera, uno aprecie desequilibrio.

A mí, no me causa ningún rubor decir que sigo experimentando. Me gusta meterme en laberintos, porque siempre he sabido salir de todos ellos.

En este privilegio del que ha dispuesto, yendo de un lado para otro, ha tratado con numerosos personajes relevantes…

He conocido a muchos, con algunos me he relacionado. Al subcomandante Marcos, a Mark Kostabi, a Gorbachov, a Broto, a Saura que me presentó a Miguel Ángel Campano y le conseguí su primer estudio en Sóller, luego también vino el artista Sicilia, a Rafael Alberti, a Salvador Dalí, a mi buen amigo Domingo Zapata, a Al Lewis, a Francis Bacon, a Putin, a Franck Auerbach y a un sinfín de toreros famosos y otros menos conocidos.

Dígame una de las cosas más bellas que le hayan sucedido en la vida

Sin duda, el nacimiento de mi hija Sara. Ahora tiene 13 años.

Hay una vibración a la que se la denomina infrasonido y que no puede ser escuchada por el oído humano a causa de su baja frecuencia. Imágenes imperceptibles al ojo humano, olores y aromas que el hombre no alcanzaría a reconocer nunca, pero en esa huida de los sentidos no se ha tenido en cuenta la fantasía que recorre el pensamiento y el alma de un artista, la imaginaria que a base de pinceladas eugenésicas nos traducirá sobre un lienzo, o en un simple papel. A veces el trazo puede ir a contracorriente del destino, pero a un verdadero artista eso no le asusta.

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¿De qué se siente más satisfecho? ¿De la pintura, de la escritura, cómo corresponsal de guerra, cómo cineasta?

Cada disciplina en su espacio y en su tiempo. Haga lo que haga, me gusta hacerlo todo lo bien que sé y disfrutarlo. Las satisfacciones son diferentes porque los tempos también lo son. Como cineasta, reconozco que me queda por aprender, en lo demás estoy más avezado.

¿Le queda alguna bandera de reivindicación por levantar?

Qué los políticos apuesten por la cultura, que den apoyo a las actividades y proyectos de arte, música, teatro, literatura.

Durante la entrevista, Aranda nos había sugerido la posibilidad de desplazarnos hasta una planta baja situada en el barrio de Son Cotoner, en el que reside su ex mujer y su hija y en donde él, guarda algunas de sus piezas de colección particular.

Una vez allí, Francisca tomó detalle de la mayoría de ellas y en el patio continuamos con la entrevista. Finalizando, nos mostró unas telas a las que tiene en particular estima. Le regresamos a su barrio de Génova, parando a pie del Restaurante Casa Jacinto, donde le estaban esperando. Nos despedimos quedando en vernos otro día para comer.

Habíamos consumido otra interesante jornada.

Texto: Xisco Barceló

Fotografías: Francisca R Sampol.

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