Nueva noche de explosiones en Kiev, la capital de Ucrania, donde el Ejército ruso ha redoblado su asedio en estas últimas horas.
Este no parece el mejor escenario para retomar, este martes, las negociaciones entre ambos países con el objetivo de propiciar el alto el fuego en un conflicto bélico que alcanza su jornada número 20, tras la invasión de Ucrania por parte de Rusia.
También este pasado lunes tuvieron lugar diferentes conversaciones entre ambos bandos, pero no de manera presencial, sino a través del formato de videoconferencia.
A su vez, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha dedicado la última jornada a insuflar ánimo y moral a sus respectivas poblaciones. Zelenski ha puesto el acento en la "devastadora" destrucción que las tropas y los voluntarios de Ucrania están provocando en el Ejército enviado por Moscú, que había perdido, siempre según la versión ucraniana, más de un centenar de helicópteros, cientos de tanques y otros muchos equipamientos militares, todo ello al margen de las abundantes bajas humanas.
De hecho, Zelenski ha asegurado, durante su alocución, que, en el transcurso de esta guerra, Rusia "ha perdido ya a más soldados que en los dos sangrientos enfrentamientos de Chechenia. Y todo esto, ¿para qué?', se ha preguntado el presidente de Ucrania.
Entretanto, una de las esperanzas que este martes tiene cifrada el gobierno de Zelenski es poder hacer realidad la apertura de nuevos corredores humanitarios para socorrer y evacuar a los heridos que se agolpan en las calles e inmuebles de Kiev y otras ciudades.
Uno de los puntos más salpicados por la barbarie de la guerra es Mariúpol, que fue escenario la pasada semana del espeluznante bombardeo ruso a una clínica materno-infantil. Ucrania ha solicitado una tregua en esta ciudad portuaria para tener la posibilidad de enviar ayuda y auxilio a las personas que no han podido abandonar la localidad.
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