Agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil detuvieron anoche en Sa Pobla a cuatro de los trece hombres que se encontraban fugados tras el incidente en Son Sant Joan.
La detención se llevó a cabo en una plaza de San Pobla, gracias a un operativo conjunto de la Policía Nacional y de la Guardia Civil.
Todos ellos han pasado a disposición judicial este miércoles en Inca, donde aún permanecen.
Fuentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad indican que los investigadores constataron que los huidos carecían de infraestructura en la isla y que sólo podían moverse y permanecer escondidos gracias a alguna persona que habría actuado "de forma coyuntural y altruista".
Según avanzaba la investigación, la búsqueda se centró en Sa Pobla donde estarían viviendo desde entonces repartidos en varios domicilios. Por ello, Policía Nacional y la Guardia Civil articularon un dispositivo que concluyó este martes a las ocho de la tarde con el arresto de los cuatro jóvenes.
Tras las detenciones de este martes son nueve los inmigrantes fugados que siguen en busca y captura.
Se sabe que dos de ellos viajaron en barco a Barcelona a la mañana siguiente del incidente en la noche del 5 de noviembre.
Mientras, los doce que sí fueron detenidos esa noche y a la mañana siguiente en Palma y en el municipio de Marratxí, contiguo a las pistas del aeropuerto, fueron puestos a disposición judicial el 10 de noviembre.
Una jueza de Palma decretó para todos ellos, incluido el que supuestamente simuló un coma diabético para forzar el aterrizaje de emergencia en suelo español, prisión provisional sin fianza por presunta sedición, favorecimiento de la inmigración ilegal y coacciones.
En su auto, la magistrada recogió que los miembros de la tripulación no cerraron las puertas del avión de Air Arabia Maroc, pese a las recomendaciones de los responsables de coordinación, por temor a ser agredidos por los pasajeros que participaron en el motín.
El comandante de la aeronave destacó en su declaración el “caos” y la “agresividad” vivida en el avión, tanto que los miembros de la tripulación sufrieron empujones y una de las azafatas tuvo que ser asistida por las lesiones causadas.
Pese a las órdenes del comandante de permanecer tranquilos a la espera de la toma de decisiones, indicó la jueza, hubo “una desobediencia clara” por parte de algunos de los pasajeros y que se produjeron agresiones a la tripulación antes de la huida a través de las pistas que obligó a suspender las operaciones en el aeropuerto por motivos de seguridad.
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