Desde primeras horas de la tarde de este miércoles, la zona de Punta Ballena en Magaluf se fue llenando de jóvenes británicos que no querían perderse el partido de semifinal entre Inglaterra y Dinamarca de la Eurocopa.
Las Fuerzas de Seguridad, con la Guardia Civil a la cabeza y apoyados por la Policía Local de Calvià, en previsión de posibles altercados, habían movilizados a sus efectivos en la zona.
Los aficionados siguieron el partido en los numerosos locales abiertos en Punta Ballena hasta que la locura se desató cuando el árbitro pitó el final del partido que clasificaba a los ingleses para la final de la copa de Europa que se disputará el próximo domingo en tierras inglesas.
Muchos aficionados celebraron la victoria en los propios locales de copas, aunque otros salieron a la calle, lo que puso en guardia a las Fuerzas de Seguridad que actuaron con determinación para dispersar a unos 500 aficionados que se habían concentrado en la parte alta de Punta Ballena.
El proximo domingo, durante la final de la Eurocopa entre Inglaterra e Italia, se espera que se organice un fuerte dispositivo policial para evitar incidentes de aficionados ingleses en esta zona.
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