La presidenta del Govern balear, Francina Armengol, comprende "perfectamente" el sentimiento de muchos ciudadanos de las Islas y las quejas por las nuevas restricciones pero "dentro de un orden. Vamos a cumplir las normas de seguridad", ha asegurado este martes en un acto de Vivienda de Protección Oficial celebrado en Santanyí a la misma hora en la que los profesionales de la restauración salían a las calles de Palma a protestar por la orden de cierre total de los negocios desde mañana.
"Como Govern tenemos la obligación de proteger la salud de los ciudadanos y esta es nuestra primera obsesión, sabemos que algunas de estas medidas crean problemas económicos a muchos ciudadanos y a pequeños empresarios", ha indicado.
Asimismo, ha apuntado que desde el Ejecutivo balear acompañarán con apoyo de ayudas a los sectores más afectados, empresarios y trabajadores por estas medidas. De hecho, ha asegurado que esta semana se convocarán distintas reuniones para trabajar en este sentido.
Armengol ha insistido en que entiende "la crítica y la sensación de muchos ciudadanos", pero ha recordado que "se han de asumir las normas que en este caso marca la Delegación del Gobierno para proteger la seguridad". "Mi responsabilidad como presidenta del Govern es primero de todo proteger la salud", ha explicado, a la vez que ha añadido que la situación de contagios es "de riesgo extremo" y se ha de mantener el mínimo contacto social y evitar las aglomeraciones. "En este momento tengo la obligación de ayudar a la gente desde mi responsabilidad que es lo que seguiré haciendo", ha concluido.
Todo, mientras el sector de la restauración protestaba en la calle y exige la dimisión de Armengol tras el decreto de orden de cierre total desde este miércoles.
Los asistentes, cerca de un millar, se han congregado este martes ante el Consolat, desafiando la prohibición de Delegación de Gobierno, y se han trasladado posteriormente al Parlament y a Cort.