Con una alineación de circunstancias, en la que solo Ruiz de Galarreta y Braian Cufré pueden considerarse titulares habituales, el Real Mallorca se mostró superior al Fuenlabrada en la primera mitad. Los madrileños apenas se acercaron a los dominios de Parera, mientras que los visitantes aprovecharon una de sus escasas ocasiones para poner la eliminatoria a su favor con un tanto de Trajkovski, el primero que materializa el internacional macedonio en partido oficial defendiendo la camiseta mallorquinista.
En la reanudación, el escenario cambió radicalmente. El Fuenlabrada empezó a acechar con peligro el área rival, y fruto de este dominio, Diéguez aprovechó la pasividad de la defensa insular en un saque de esquina para empatar el partido. El marcador ya no se movería en el resto del tiempo reglamentario, y en la prórroga el entrenador del Real Mallorca tiró de la veteranía de Salva Sevilla, Baba y Abdón Prats para equilibrar las fuerzas.
No obstante, fue el Fuenlabrada el que cobraría ventaja después de que Miquel Parera no acertara a controlar una cesión de Fran Gámez, pese a no tener ningún adversario que le incomodase, y el esférico se colase irremisiblemente en la portería balear.
El sol pareció salir de nuevo en el horizonte mallorquinista cuando Abdón sacó partido de un centro desde el lateral que la defensa local no acertó a despejar y, con un atinado remate a la media vuelta, estableció el empate que finalmente obligaría a recurrir a los lanzamientos desde el punto de penalti.
Tanto Fuenlabrada como Mallorca se mostraron acertados desde los once metros, convirtiendo cuatro de los cinco lanzamientos de la primera tanda. No obstante, el conjunto que prepara García Plaza parecía tenerlo todo a su favor cuando Parera se resarció en parte de su descomunal error y neutralizó el cuarto penalti del Fuenlabrada.
En el quinto y último lanzamiento, Cufré tuvo en su mano la posibilidad de certificar el acceso a la siguiente eliminatoria, pero el argentino falló y ambos equipos se vieron abocados a seguir con la ruleta rusa de las faltas máximas. Locales y visitantes convirtieron los dos primeros lanzamientos, pero en el tercero, el Fuenlabrada no falló y, en cambio, sí lo hizo el Mallorca por mediación de Antonio Sánchez, que mandó el balón a la madera.
Con la aventura copera ya finiquitada, el cuadro balear podrá centrarse a partir de ahora exclusivamente en la competición liguera, con el reto de mantener y consolidar su privilegiada posición en las plazas de ascenso directo a Primera División. El Mallorca, que ocupa la segunda posición, igualado a puntos con el líder, Espanyol, recibe este domingo, en Son Moix, a la UD Las Palmas, otro de los equipos que ha caído en esta eliminatoria de Copa del Rey, si bien el equipo entrenado por Pepe Mel lo hizo ante un adversario de inferior categoría, el Navalcarnero, de Segunda División B, encuadrado en el mismo subgrupo en el que compite el Atlético Baleares.