De las 68 camas de críticos de las que dispone el hospital, 44 de UCI y 24 de reanimación, se pasa así a 102, han explicado fuentes sanitarias.
El objetivo es "absorber" la demanda asistencial generada por la pandemia de la covid-19 sin que ello afecte a la actividad asistencial habitual.
En principio, este aumento de camas es para atender a pacientes "no covid" que se encuentren en una situación clínica crítica por otra patologías.
Con tal propósito se han realizado obras en Son Espases, para adaptar espacios e instalar las nuevas camas, lo que ha supuesto una inversión de 1,1 millón de euros.
El hospital ha comprado 27 camas de cuidados críticos y 5 de hospitalización (208.000 euros), 4 carros de parada cardiorrespiratoria, 4 humidificadores respiratorios, 27 monitores multifunción, 3 centrales de monitorización y 31 ordenadores de grado médico, por un importe total de 372.000. También se han adquirido 20 respiradores por valor de 450.000 euros.
Con estas 34 nuevas camas se eleva a 102 la capacidad de atención a pacientes críticos adultos de forma estable.
Para la "activación" de las nuevas camas se han establecido cinco escenarios posibles, en función de la demanda de los pacientes.