El artefacto lo halló un senderista que practicaba deporte por la zona de Ternelles, dio aviso a la Guardia Civil de Puerto Pollença y estos activaron al GEDEX, un equipo se desplazó al lugar y localizó la granada mediante posicionamiento GPS que había enviado el excursionista.
Los guardias civiles comprobaron que la granada estaba cargada. La trasladaron a un lugar seguro y mediante una pequeña carga, se procedió a la destrucción
del explosivo.