Así lo ha asegurado durante su comparecencia en el pleno del Parlament para explicar la situación de la pandemia en Baleares, donde ha reconocido que son "decisiones difíciles".
"Hablamos de decisiones difíciles que no gustan a ninguno y exigen un sacrificio más grande a los ciudadanos y ciudadanas, a los negocios y a los trabajadores, pero también sabemos que dan resultados y harán que paremos el virus antes y volvamos antes a la normalidad", ha argumentado la presidenta.
Esta decisión se produce tras la decisión el viernes pasado del ejecutivo autonómico de confinar, por un mínimo de 15 días, los barrios palmesanos de Son Gotleu, Can Capes, La Soledat Nord y una parte de Son Canals, donde viven casi 23.000 personas integradas en el área con mayor incidencia de coronavirus de Baleares.