Gran parte de la hostelería de España se han dado cita esta mañana en la Plaza de Cibeles de Madrid para denunciar la dura realidad que atraviesan las 300.000 empresas y 1,7 millones de trabajadores que aglutina el sector en nuestro país, según los datos previos a la pandemia.
Hostelería España, junto con Hostelería de Madrid, la Plataforma por el Ocio y la Cultura de Madrid, España de Noche, y más de 50 organizaciones de las 17 Comunidades Autónomas se han unido en una manifestación sin precedentes ante la dramática situación por la que atraviesa el sector.
Entre todos ellos, una delegación del sector de la restauración y la hostelería de Baleares se ha desplazado hasta la capital para sumarse a estas reivindicaciones y recordar sus exigencias desde el inicio de la crisis generada por el COVID 19.
Así pues, la concentración balear, junto con el resto de organizaciones españolas, clamaron por la eliminación de los aforos de las terrazas y pasar al 75% en el interior, recordando que los focos de contagios no se están dando en el sector de la restauración, sino en núcleos familiares en su mayor parte. “Las terrazas, espacios al aire libre, deben ser parte de la solución a la reactivación económica” afirman desde Restauración CAEB.
Por otro lado, desde la asociación han exigido pagar la mitad de los impuestos municipales que afectan a los residuos de basura e incineración así como una solución urgente para los contratos fijos discontinuos ya que, añaden, “la temporada acabó el el 15 de agosto pero seguimos pagando los Ertes como si la temporada estuviera en pleno auge y los establecimientos abiertos”.
Por su parte, José Luis Yzuel, presidente de Hostelería España, puso en valor la actitud de un “sector fundamental en la economía española y que representa el 6,2% del PIB (hasta un 15% ligado al turismo)”. Durante su intervención Yzuel se preguntó “¿Qué otro sector español puede demostrar esa capacidad de generar riqueza?, es injusto y además poco inteligente culpabilizar a la hostelería”. “Más allá de los datos económicos, hemos de replantearnos si es lógico el trato que está recibiendo un sector que es también identidad y cultura españolas, y que, desde el comienzo de la pandemia ha asumido con responsabilidad la aplicación de medidas preventivas, a consta del esfuerzo extremo de sus empresarios y trabajadores”.
Por su parte, Ramón Más, presidente de España de Noche, ha presentado los datos utilizados por el sistema sanitario, y concretamente por la Red Nacional de Vigilancia epidemiológica, que pone de manifiesto que “no hay, ni ha habido ninguna evidencia que identificara a los locales de ocio como uno de los factores de riesgo más relevantes, como causantes de los contagios de la COVID-19 y que, sin embargo, han sido aquellos que se han visto criminalizados y perseguidos y sobre los que se han adoptado las medidas más restrictivas, siendo el único sector de la economía que en estos momentos tiene suspendida su actividad”, una actividad económica y empresarial reglada y que cumple con todas las medidas preventivas, sin que se hayan adoptado ningún tipo de medidas económicas que permitieran proteger a las empresas dentro de un Plan de Rescate frente a la radicalismo de las medidas sanitarias adoptadas, y que ha hecho necesario que se acudiese a la vía judicial y a la Audiencia Nacional para denunciar toda esta situación del ocio nocturno.
Desde Hostelería de España exigen medidas rehabilitadoras que detengan el cierre de más 85.000 establecimientos y la pérdida entre 900.000 y 1,1 millones de puestos de trabajo, entre directos e indirectos, según las previsiones en el peor de los escenarios. "Somos conscientes -señalan- de la predisposición de todos los profesionales del sector para arrimar el hombro, pero para ello necesitamos políticas que garanticen unas condiciones laborales mínimas e irrenunciables y, desde luego, que no les conviertan en un chivo expiatorio sobre el que descargar los malos resultados de una gestión que no nos corresponde. La situación económica es crítica con unas cifras comparativas con 2019 que dibujan un descenso de la facturación superior al 50%, lo que supone una pérdida de hasta 67.000 millones de euros".
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