Así figura en la propuesta que ha aprobado este lunes la comisión de presidentes de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), desde donde se ha dado luz verde a que la Segunda B de la temporada 2020-21 cuente con un total de 102 equipos, distribuidos en cinco grupos que, a su vez, se dividirán en dos subgrupos cada uno, en aplicación de las nuevas normativas que deberán imperar esta campaña con el objetivo de mitigar el riesgo de expansión de la Covid-19.
De esta manera, tanto Atlético Baleares como Poblense, cuyos rivales procederán, en su gran mayoría, de las comunidades de Madrid y Extremadura, han quedado integrados en el denominado Subgrupo A, del que también forman parte Navalcarnero, Rayo Majadahonda, Atlético de Madrid B, Getafe B, Las Rozas, Real Madrid-Castilla, Dux Internacional de Madrid y San Sebastián de los Reyes.
En el Subgrupo B, competirán Mérida, Badajoz, Don Benito, Villanovense, el recién descendido Extremadura, Melilla, Talavera de la Reina, Villarobledo, Socuéllamos y Villarrubia.
Por su parte, UD Ibiza y Penya Esportiva se medirán a los rivales, en su mayor parte catalanes y valencianos, del grupo III. Los dos conjuntos insulares han quedado integrados en el Subgrupo B, junto a Alcoyano, Atlético Levante, Atzeneta, La Nucía, Hércules, Orihuela, Valencia-Mestalla y Villarreal B.
En el otro subgrupo, se hallan Prat, Hospitalet, Badalona, Andorra, Barcelona B, Nàstic de Tarragona, Lleida, Espanyol B, Cornellà, Llagostera-Costa Brava y Olot.