Por su parte, el volumen de ventas es un 50 por ciento inferior al de la facturación, debido a que se han producido reservas con estancias más largas, y en alojamientos de categoría ligeramente superior a la media de 2019.
La evolución positiva del balance también se traslada al turismo extranjero con destino España, ya que ha pasado de suponer un 15 por ciento de las reservas a finales de mayo, a prácticamente una cuarta parte del total, un 23 por ciento, según el mismo estudio.
El país que más está contribuyendo a la estadística es Francia, cuyos clientes copan el ranking de la demanda del producto España, mientras que en el lado contrario se encuentra Alemania, cuyos turistas están siendo todavía cautos y tan solo suponen el 1 por ciento de todas las ventas con destino español.
Respecto a los viajes a las islas, tres de cada diez ventas corresponden a hoteles en territorio insular o bien vuelos con destino a Baleares o Canarias, la misma cifra que en enero y en febrero del presente año, e incluso superior al de junio de 2019, cuando solo un 20 por ciento de las reservas eran de esta tipología.
La 'reserva tipo' del cliente español en la última semana es la de una compra hecha para dos personas, en julio o agosto, con Benidorm, Torremolinos, Salou, Roquetas, Benalmádena, Peñíscola, Mojácar o Gran Canaria como principales destinos.
Algunas de estas variables se repiten en el caso del turista británico, cuya media es de cuatro noches de estancia, en julio, y con habitaciones en Tenerife, Mallorca, Benidorm, y el Algarve, mientras que el cliente alemán también prefiere julio, durante cuatro días, en Tenerife y Mallorca.