La entidad señala que Alemany "fue un gran defensor del mallorquín, el menorquín y el ibicenco sin medias tintas y sin complejos ante el avance de las políticas catalanizadoras en las Islas Baleares". En este sentido recuerda sus propias palabras al afirmar que "la denominación de la lengua no es una cuestión 'científica' sino histórica y política: llamamos mallorquín al mallorquín porque así lo hemos llamado durante 700 años".
"Alemany nunca cuestionó la unidad del idioma -añade el comunicado-, sino que defendió que el catalán estándar estaba borrando el ancestral patrimonio lingüístico de las Baleares".