La determinación del Gobierno central de permitir que pasear a las mascotas sea una de las razones por las que se puede suspender provisionalmente el confinamiento domiciliario durante la crisis del coronavirus ya está provocando los primeros casos de picaresca. Organizaciones de defensa de los derechos de animales han denunciado que están comenzando a proliferar en las redes sociales anuncios de dueños de perros que solicitan dinero en metálico a cambio de ceder a sus animales a personas interesadas en burlar la norma de prohibición de permanecer en la vía pública mientras se prolongue el actual Estado de Alarma aprobado el pasado sábado por el Consejo de Ministros.
Aunque las entidades animalistas pensaron, en un principio, que se trataba de bromas para tratar de aportar algo de sentido de humor a la actual situación, muy pronto comprobaron que las ofertas de alquiler de perros destinados a eludir el confinamiento domiciliario son reales. Para el activista mallorquín Guillem Amengual, la crisis sanitaria que afecta en estos momentos al planeta en su conjunto "no es para tomárselo todo a broma, sino que hay que ser conscientes de la gravedad de esta situación".
A su juicio, el hecho de que haya personas que alquilen a sus perros para que otras puedan salir de sus casas "demuestra que vivimos en una sociedad enferma en la que prima más el salirse con la suya que prevenir un mayor peligro". Amengual ha alertado de que este tipo de actuaciones "pueden acarrear un incremento en los casos de infectados, agravando el colapso del sistema sanitario".
Entre los anuncios de este tipo que los animalistas han puesto como ejemplos hay uno publiciado por un usuario de Vigo en el que se puede leer textualmente que el Estado de Alarma "nos permite pasear a nuestras mascotas. A mí me da pereza, así que si alguien tiene ganas de salir a dar un paseo, le alquilo a mi perro para que tenga salvaconducto". El precio solicitado por el anunciante es de 5 euros la hora.
Otra de las publicaciones ha sido realizada por un residente en Mallorca, concretamente en Inca, quien pone a su perro a disposición de alguien que "quiera pasarse por los cojones el confinamiento". Del can, asegura que "no es muy inteligente, pero te libra de la multa".