Cuando se vio que el coaching tenía una salida profesional impresionante, muchas terapias alternativas empezaron a utilizarlo como herramienta y mucha gente se empezó a formar en el mundo del coaching, tanto gente proveniente de terapias alternativas y de psicología como del ámbito de las consultorías. Por eso, hoy hay muchos psicólogos que son psicólogos y coachers. En estos últimos años, casi se vende más ser coach que ser psicólogo —sonríe—. En cuanto a lo que era la consultoría pura y dura de toda la vida, se nutrió y se formó también de lo que es el coaching.
¿Podemos ser más felices gracias al coaching?
Lo primero que yo intento dar siempre son herramientas para desdramatizar situaciones en la vida. Eso es fundamental. El concepto de felicidad se ha llegado a ridiculizar en estos últimos años, y con nuestra profesión, lo admito, todavía más, porque parece que uno no puede ser desgraciado o pasar pena. Yo siempre digo que nosotros ayudamos a que la gente pueda gestionar mejor los dolores de la vida. Enseñamos a dejar de tener el concepto de felicidad tan etéreo que tiene muchísima gente, que está buscando el nirvana, cuando eso no existe. No hay más que ver las noticias.
¿Qué deberíamos hacer entonces?Nosotros enseñamos a la gente a que vea las cosas con perspectiva y que aprenda a ver la felicidad desde otro prisma totalmente distinto. Les acompañamos en ese sufrimiento que tiene a veces la vida en el día a día, ayudándoles a desdramatizar para que puedan llegar a sentirse mejor. Creo que en la actualidad los seres humanos somos, en general, mucho más desgraciados de lo que deberíamos ser. Tendríamos que ser más felices, tomarnos la vida desde otro prisma.
Antes del coronavirus hubo ya la crisis de 2008...Desde hace una década, la gente está bastante angustiada, con miedo, pues parece que no acabamos de salir de una crisis y ya estamos en otra. En ese contexto, nosotros acompañamos a la persona para que aprenda a no sufrir. Lo que nosotros enseñamos son herramientas para llevar mejor los daños colaterales que tiene la vida.
¿Qué labor positiva puede hacer un coacher en estos momentos de incertidumbre?Hay muchos tipos de coacher, pero en nuestro caso somos gestores del cambio, así que ahora más que nunca se necesita de nuestro acompañamiento, ya que enseñamos a las personas a adaptarse al cambio, a la nueva realidad imperante y a gestionar emocionalmente esta situación en la que todos nos hemos visto sumidos y en donde pocos poseen herramientas para superar estos momentos. Dotamos a nuestros clientes de las herramientas necesarias para superar estos momentos de incertidumbre y adaptarnos a la nueva era que tenemos que crear juntos.
¿Nuestra vida cambiará de manera radical a partir de ahora?De hecho, ya ha cambiado radicalmente, lo que ocurre es que según las circunstancias de cada individuo, lo notaremos en menor o mayor grado. Estamos viviendo un momento histórico como nunca antes lo había vivido nuestra generación, equiparable al que se vivió en Europa al comienzo del siglo XX, con la Primera Guerra Mundial o con la llamada gripe española. Es más, todavía no hemos visto las consecuencias de esta crisis, pues las veremos a final de año, cuando las empresas tengan que salir de los ERTE y se acabe la temporada, hacia octubre. Estamos en una economía de guerra y los ciudadanos debemos prepararnos para lo que viene. Ahora no saldrá hacia adelante el más fuerte, sino el más adaptativo. Será adaptarse o morir.
¿Podemos tener esperanza de cara al futuro inmediato?La esperanza es lo último que se pierde y no debemos perderla, porque al final saldremos de esta. Lo que tenemos que ser es conscientes de la situación que vivimos y saber que esta crisis ya existía antes del coronavirus, si bien nuestros líderes nos la habían camuflado, contándonos lo que pensaban que debíamos saber. No obstante, ahora es un fantástico momento para reinventarnos, ver lo que vamos a querer hacer a partir de ahora y prepararnos para comenzar a hacerlo poco a poco. La esperanza es fundamental. Sin embargo, necesitamos extraer más que nunca las herramientas que llevamos dentro para sacar todo el potencial que tenemos en nuestro interior.