El joven fue detenido in fraganti cuando golpeaba repetidamente el cristal causando un gran estruendo.
Varios vecinos de la zona avisaron a los servicios de emergencia y captaron el momento.
Al llegar al lugar, los agentes le pidieron que parase y dejase la piedra en el suelo. El joven opuso algo de resistencia pero finalmente aceptó y fue arrestado. La Policía le imputa un delito de daños ya que la ventanilla y la puerta del conductor del vehículo acabaron destrazados.