La investigación está en manos de efectivos de la Unidad de Análisis de Riesgo (UAR), compuesta por funcionarios de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria y la Guardia Civil; se inició el 16 de agosto al tener conocimiento de la llegada a un centro logístico de Mallorca de siete bultos sospechosos de contener mercancía ilegal o falsificada.
El material, susceptibles de vulnerar los Derechos de Propiedad Industrial, iba destinado a diferentes establecimientos de Alcúdia.
En el interior de los paquetes, los agentes hallaron hasta 1.800 relojes de marcas de reconocido prestigio que una vez puestos en el canal de distribución y venta hubiese supuesto un beneficio de unos cien mil euros.
La operación continúa abierta y se está investigando a dos personas como presuntas receptoras de los artículos falsos, con el fin de ponerlos a la venta, tanto ambulante como en comercios.