El hombre, de 60 años, circulaba por la zonade la rotonda de Son Sardina de modo sospechoso y otro conductor lo persiguió durante un tramo hasta que consiguió adelantarlo y retenerlo.
Avisó a la Policía y los agentes, al llegar y practicarle la prueba de alcoholemia, constataron unos niveles de alcohol en sangre muy por encima de lo permitido: 0,95 en la primera prueba y 0,98 en el cuartel. El hombre reconoció que había estado ingiriendo alcohol desde la mañana pero que "se dirigía a su casa que está muy cerca".
El hombre quedó detenido por un delito contra la seguridad vial.