OPINIÓN

El Pi de Ciudadanos

Jorge Campos | Jueves 14 de marzo de 2019

Leo que el nuevo líder de Ciudadanos en Baleares, aunque no se si realmente lo es tras las trifulcas públicas entre el anterior candidato y el nuevo, sigue al pie de la letra el mandato proveniente de los campos elíseos y su llamado “cordón sanitario”, afirmando que en Baleares no pactará con VOX, porque se entiende mejor con el partido catalanista heredero de Unió Mallorquina: El Pi.

Marc Pérez-Ribas considera que VOX no es un partido constitucionalista y, por tanto, no se puede pactar con él, pero en cambio debe considerar que el partido que preside el nacionalista Jaume Font sí lo es.

Agradezco las declaraciones del líder, o líderes (no quisiera contribuir a las peleas de liderazgo) del partido pomelo. Los Pericay, Pérez-Ribas o Ballester están dejando muy claro al electorado balear que Ciudadanos no pactará con VOX, el partido sin el cual no se podría haber acabado con el régimen socialista andaluz, el que, en defensa de la Constitución, ha sentado en el banquillo del Supremo a los golpistas separatistas (mientras Ciudadanos miraba a otro lado), el que defiende la unidad de España tal como indica la Constitución, el único partido que defiende la libertad lingüística y educativa tal como recoge la Constitución, el que quiere que todos los españoles tengan los mismos derechos y libertades en todo el territorio nacional, libres e iguales ante la ley, el que apuesta por una inmigración controlada, el que en Baleares considera que el mallorquín, menorquín e ibicenco hay que recuperarlo antes de que sea sustituido por el catalán, el que quiere eliminar y reducir impuestos al mismo tiempo que elimina y reduce administración pública y cargos políticos, o el que propone una reforma del sistema autonómico siempre a través de los cauces constitucionales. Para Ciudadanos, VOX no es “constitucional”.

En cambio, prefiere pactar con El Pi: Un partido que acaba de proponer una coalición electoral con el partido separatista radical MES, un partido defensor a ultranza de la imposición del catalán en las escuelas y en la administración pública, cuyo candidato a la alcaldía de Palma, expresidente de UM, reniega de la constitucional monarquía parlamentaria, un partido que apoya a la entidad golpista multisubvencionada Obra Cultural Balear, un partido catalanista que no sólo no cree en la identidad cultural balear sino que la incluye en la cultura catalana, en definitiva, un partido catalanista. Pero para Ciudadanos, El Pi es constitucionalista, y VOX, no. Ver para creer.

Se empieza a entender por qué el partido de los Pérez-Ribas, y/o Pericay, y/o Ballester, no apuesta por la libre elección de lengua en todas las etapas educativas, no quiere derogar la ley de normalización lingüística que propicia la imposición del catalán en Baleares, o defiende la unidad de la lengua catalana con el mismo fervor que al actual insostenible sistema autonómico.

VOX Baleares tiene claro que su objetivo es desalojar de las instituciones a los verdaderos ultras: Armengol y sus socios. Esperaremos a los resultados electorales para saber quién es el que está en disposición de pactar.


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