Todo estalló en diciembre, cuando se interpusieron varias denuncias ante la Policía Nacional en las que personal del centro y vecinos de la zona donde se ubica el centro, denunciaban que los menores no aceptaban las normas del centro para la buena convivencia, realizaban salidas no autorizadas y regresaban borrachos y drogados, faltaban gravemente al respeto al equipo educativo, además de a otros menores del centro. Algunos intimidaban, acosaban y amenazaban a cualquiera de ellos. Asimismo, las educadoras denunciaban continuos desprecios, amenazas, acosos y abusos sexuales.
Después de una investigación, los agentes detuvo a los dos menores por varios delitos de abusos sexuales, acoso, violencia doméstica y amenazas graves.
Las investigaciones continúan abiertas no descartando nuevas detenciones al respecto.