La Unión Europea utiliza tres criterios para valorar qué políticas familiares funcionan: si son efectivas; si son aplicables en los demás países; y si son sostenibles. Para IBFamilia, las mejores políticas familiares se caracterizan por los siguientes rasgos:
“— prevén mecanismos que permiten conciliar la vida laboral y familiar;
— contienen medidas adaptadas a las demandas de los padres y a las necesidades de los hijos, sin contenidos ideológico;
— recogen medidas de prevención y lucha contra la pobreza de las familias, especialmente en tiempos de crisis económica;
— se aplican de forma duradera y permanente (no son ayudas de “quita y pon”);
— reconocen el valor de una vida familiar estable;
— prestan atención a las necesidades de las familias numerosas”.
Recuerdan que “el Comité Económico y Social de la Unión Europea ha hecho varias propuestas para apoyar a la familia en Europa. Entre otras, destacan las siguientes: promover la participación de las asociaciones que representan a las familias en la elaboración de las políticas familiares; incentivar el reconocimiento a las empresas que son familiarmente responsables; proponer que los trabajadores puedan elegir su edad de jubilación en función de las excedencias que se tomen por motivos familiares en el transcurso de su vida laboral”.