Asimismo, como ya dijo la consellera insular de Territorio e Infraestructuras, Mercedes Garrido, durante la Audiencia Pública 2018, se ha optado por reducir en diez metros lineales la vía, pasando de una sección de 54,82 metros a una sección de 45,50 metros, lo que supone un ahorro de terreno de entre 70.000 y 80.000 metros cuadrados.
Esta modificación del proyecto no representa una disminución de la anchura de la calzada, que será de siete metros como hasta ahora, sino una reducción de las medianas que había entre los caminos de servicio y los cuatro carriles principales de la carretera.
En cuanto al coste final del proyecto, el precio de adjudicación es de 27,4 millones, una reducción del 26,7 por ciento en relación con la licitación. A esta cifra hay que sumarle las expropiaciones e indemnizaciones por valor de 4,41 millones, la gestión de residuos, que representa 803.119 euros más, y el 1,5 por ciento de conservación del patrimonio histórico, que asciende a 390.746 euros.