Los investigadores crearon la composición escaneando una imagen de izquierda a derecha, píxel por píxel, y observando el brillo y la información de color y combinándolos con la elevación del terreno. Utilizaron algoritmos para asignar a cada elemento un tono y una melodía específicos.
Las silenciosas y lentas armonías son una consecuencia del fondo oscuro, y los sonidos más brillantes y agudos hacia la mitad de la pieza son creados por la sonificación del brillante disco solar. El resultado puede escucharse y verse EN EL VÍDEO ADJUNTO.