Hashi no tuvo mejor ocurrencia que alquilar un superdeportivo de lujo, un Lamborghini Huracán. Como no tiene ni oficio ni beneficio conocido debía ir corto de efectivo por lo que sólo pudo permitirse alquilarlo cuatro horas, el tiempo justo para pasearse por la cosmopolita Dubai. En tan poco tiempo fue multado en 33 ocasiones por exceso de velocidad y ahora debe pagar 36.000 dólares. Las autoridades le han requisado el pasaporte hasta que pague.