Según el portavoz, Antoni Pastor, "hasta ahora, son hechos aislados pero esto no merma la gravedad de este tipo de actuaciones." En este sentido, Pastor ha puntualizado que "estamos ante un problema que puede ir a más si no se actúa con racionalidad, pero también con ejemplaridad y contundencia. "
Pastor ha querido poner de manifiesto que "desde El Pi estamos a favor del turismo sostenible, equilibrado, de calidad y ordenado, pero que estas acciones constituyen un ataque a la paz social y una amenaza obvia a la confianza internacional que merece nuestra principal industria. Son hechos inadmisibles que merecen la reprobación pública y la intervención firme de las instituciones. Una imagen puramente negativa de esta actividad tampoco son el camino para la mejora de la situación."