Según ha apuntado la máxima institución insular, el objetivo de establecer un techo turístico es garantizar el acceso a la vivienda todo el año, reducir la presión humana y sobre los recursos los meses de temporada alta y garantizar una oferta turística de calidad. Por ello, el Consell propone autorizar entre 5.000 y 6.000 plazas no regladas y alcanzar las 20.000. Éstas, según señala la institución, se distribuirían en edificios plurifamiliares de es Pujols, La Savina, es Caló y es Ca Marí, y en suelo rústico como estancias turísticas.
Ferrer precisó que se trata de regularizar el 50 % de estas plazas no regladas y distribuirlas mediante la zonificación prevista en la ley que regula el alquiler vacacional. En este sentido, el Consell propone impedir la comercialización turística en los núcleos tradicionalmente residenciales, como Sant Francesc y ses Bardetes, Sant Ferran y la Mola.
Para la consellera de Territorio, esta propuesta debe "permitir volver al equilibrio" entre la actividad económica y la calidad de vida de los residentes. Asimismo, Ferrer expuso ante el Consell de Entidades las cifras de población residente y flotante. Formentera cuenta con 13.345 personas empadronadas, mientras que en verano la cifra oscila entre las 38.000 y 42.000 personas.
La consellera de Participación Ciudadana, Sonia Cardona, se comprometió a remitir toda la información a las asociaciones de la isla para que la estudien y hagan llegar sus propuestas. Estas propuestas tendrán continuidad con nuevas sesiones de la Comisión de Ordenación Turística y, finalmente, con la presentación de un planteamiento final para ser debatido en el plenario general del Consell de Entidades de Formentera.